Esta semana de invierno está siendo especialmente catastrófica respecto al clima ya que estamos viviendo días llenos de heladas, bajas temperaturas y lluvias que nos obligan a llevar el paraguas en todo momento. Hay quienes aman esta estación ya que se pueden quedar en casa calentitos pero hay otros que la odian y por mucho que no estemos de acuerdo, tenemos que pasar todos los años por ella.
En Upeka un día más nos traen conocimiento sobre la lluvia y esta vez con un térmico de lo más curioso de la mano de Raquel Mascaraque: Petricor. Se trata del olor que se produce al caer la lluvia en suelos secos conocido como aroma de lluvia o tierra mojada y que es igual a la sustancia que liberan las plantas cuando entran en contacto con el agua generando burbujas llamadas geosmina que cuando se rompen liberan este aroma.
Aunque olemos por la nariz, toda la información olfativa que captamos la procesa el cerebro y utiliza las emociones para darle significado. Nuestros antepasados ya amaban el olor a lluvia porque era símbolo de buenas cosechas y abundancia en la agricultura garantizando así la supervivencia. Hay algunos animales como los camellos o canguros que también son sentibles al petricor pero los humanos especialmente aunque hay quienes no sienten ningún estímulo por ello.
La palabra viene del griego petros, que significa «piedra», e icor, que quiere decir «el fluido que fluye en las venas de los dioses» siendo acuñado en 1964 por Isabel Joy Bear y Richard Thomas en su artículo Nature of Argillaceous Odor.
Nosotros somos fans de este olor y también de los charcos de colores que aparecen en el suelo. Y tu ¿Conocías este término?
Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Gage Walker en Unsplash
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