Viajar a Nueva York con un presupuesto low cost puede ser un auténtico drama. Por mucho que en épocas de fortaleza del euro frente al dólar nos creyéramos que era una ciudad barata, lo cierto es que, si no controlamos el presupuesto, nos podemos llevar un disgusto. Pero sí hay cosas baratas en Nueva York. Es más... ¡hay un montón de experiencias que podemos vivir totalmente gratis!
Teleférico de Roosevelt Island
Si hay que poner en práctica eso de «lo que importa no es el destino, sino el viaje», el teleférico de Roosevelt Island es el ejemplo ideal. En Roosevelt Island no hay nada que ver, pero el modo de llegar, en un teleférico de los años 70 que cruza el East River a más de 70 metros de altura, hace la experiencia única. Así que, ya sabéis, para ver la Gran Manzana desde las alturas, no es necesario dejarse cientos de dólares en un paseo en helicóptero. El viaje es gratis con Metrocard (la tarjeta de transporte de la ciudad) y cuesta lo mismo que un billete sencillo de autobús o metro, si no disponemos de la tarjeta.
Ferry de Staten Island
El ferry que comunica el sur de Manhattan con Staten Island es gratuito desde que las autoridades asumieron que los costes de emisión de los billetes eran mayores para la ciudad que dejar de cobrar por utilizar el servicio. Partiendo de la terminal de Whitehall, podremos disfrutar de un paseo de unos veinticinco minutos hasta Staten Island, pasando por la Estatua de la Libertad y Ellis Island y disfrutando de las impactantes vistas del skyline de la ciudad. Y, si al llegar a Staten Island no nos apetece quedarnos allí... simplemente, tomaremos el ferry de vuelta. También gratis, claro.
Misa góspel en Harlem
Hace ya muchos años que, por suerte, Harlem dejó de ser sinónimo de marginalidad. Hoy en día, una visita a Nueva York no será completa sin subir al norte de Central Park. Y una visita a Harlem tampoco lo será sin asistir a una misa góspel, en la que disfrutar de una música que no olvidaremos. Un consejo: huid de las más turísticas. (Casi) en cualquier iglesia, la experiencia merecerá la pena.
El hall del edificio Chrysler
El Chrysler es uno de los rascacielos favoritos de neoyorquinos y visitantes, pero es uno de los pocos edificios icónicos de la ciudad que no se puede visitar como turista. Mientras que otros grandes hitos arquitectónicos se pueden observar desde fuera (gratis, obviamente) o visitar por dentro (pagando, en ocasiones una cantidad desproporcionada), el Chrysler permite el acceso a su hall de forma gratuita. ¿Y qué encontraremos allí? Pues un ejemplo de art decó espectacular, en el que nos dejarán con la boca abierta desde los frescos de las paredes hasta los pequeños detalles como los números o los tiradores de las puertas.
New York Public Library
Una de las bibliotecas más grandes y mejor surtidas del mundo. En plena Quinta Avenida, encontraremos el espectacular edificio, en el que podremos entrar de forma gratuita. El interior sorprende por lo majestuoso, las salas de lectura por su catálogo de obras y el exterior, por el parque de Bryant Park, un oasis de tranquilidad (y de WiFi gratis, por cierto) en pleno bullicio de la urbe.
Grand Central Terminal
La estación de transportes más importante de la ciudad, la reconoceremos de un primer vistazo por ser un icono del cine, con incontables apariciones en la gran pantalla. Sus bóvedas de ladrillo, el techo representando un gran firmamento, el reloj de cuatro caras del centro de su hall principal o la enorme bandera de Estados Unidos que preside la estación desde el 11S compiten por la atención de los visitantes con el movimiento continuo de las más de 500.000 personas que transitan a diario por ella.
Coney Island
Irse a la playa en pleno Nueva York y disfrutar al salir de un parque de atracciones clásico con un aire algo decadente es algo que tendremos al alcance de un billete de metro. Coney Island tiene un encanto que solo se puede entender cuando se ha visitado. Nos parece una opción perfecta para un día de descanso en medio de la locura turística que suele ser un viaje a Nueva York.
Puente de Brooklyn
Es un auténtico milagro que a nadie se le haya ocurrido cobrar por cruzar uno de los puentes más famosos del mundo. Porque todos pasaríamos por caja sin dudar, sobre todo si ya hemos vivido la experiencia de caminar por él, mucho mejor si es en dirección Brooklyn-Manhattan, y mejor incluso si lo hacemos al atardecer, con el sol recortándose contra el skyline.
Catedral de St Patrick
La catedral católica de Manhattan, con su estilo neogótico, se sitúa en pleno meollo de la Quinta Avenida. Resulta un poco incongruente, incluso, rodeada por todas partes por algunos de los edificios más altos de la ciudad. En su interior, podremos contemplar sus paredes de mármol blanco, sus impresionantes órganos o el altar de San Miguel y San Luis, diseñado por Tiffany & Co.
Una pequeña vuelta al mundo en solo cuatro calles
Si nos dirigimos al sur de Manhattan, podremos empaparnos de un ambiente más multicultural, incluso, que el de la ciudad en general. ChinaTown y Little Italy comparten espacio urbano (o, mejor dicho, ChinaTown va expropiando poco a poco el territorio anteriormente ocupado por los italianos). En ChinaTown, alucinaremos con sus tiendas de alimentos y, también, con sus falsificaciones. Y, si queremos vivir de verdad la experiencia Little Italy, nada mejor que acercarnos a Mulberry Street en septiembre, cuando el barrio saca lo mejor de sí mismo en las fiestas de San Genaro.
Buscar los vestigios del 11S
Para toda una generación –o varias–, una gran parte de la imagen de Nueva York irá unida a los terribles acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. La ciudad está llena de museos y tributos, muchos de los cuales pueden visitarse de forma gratuita: desde las impresionantes fuentes decorativas que ocupan el lugar donde estuvieron las Torres Gemelas hasta las múltiples estaciones de bomberos con sus sobrecogedores homenajes, el Memorial Wall de Greenwich Stret o la emocionante St Paul Church, la iglesia desde la que se coordinaron los servicios de emergencia y que, aún hoy, recoge homenajes a las víctimas desde todos los lugares del mundo.
Fotos | Owen Byrne, Doug Letterman, Phil Dolby, Denisbin, Kathleen Conklin, Andrew E. Larsen, Shinya Suzuki, Christopher John SSF, Martin Solli, Dave Z y Pixabay.
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