Hacer escapadas por España es visitar pueblos y ciudades de las que te roban el corazón sin necesidad de coger el avión. En solo unas horas en tren o en coche puedes cambiar de aires de manera radical. Un sitio que nos gusta especialmente para ello es San Sebastián, que reúne todos los requisitos para ser una visita relámpago perfecta o aprovechar para pasar allí unas vacaciones de verano de ensueño. Sus calles maravillan a sus visitantes, no solo por su arquitectura, también porque ofrecen una gastronomía difícil de superar. Para que maximicéis al máximo vuestro viaje os mostramos cinco lugares básicos con los que a la vuelta podréis decir que conocéis a fondo Donosti
Un paseo por El Antiguo, el barrio más vintage de la ciudad
Delimitado por El Peine del Viento a un extremo y el Pico del Loro al otro, El Antiguo es el barrio más añejo de San Sebastián. Con la personalidad que la historia le da y sin haber perdido su esencia con el tiempo y el turismo, en sus calles se degusta la mejor gastronomía y se encuentran sus tiendas tradicionales. Además, en sus límites se encuentra el edificio del Seminario Diocesano, el edificio más significativo, impresionante y reseñable del barrio.
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: el Peine del Viento
Seas o no fan de la obra de Eduardo Chillida, el Peine del Viento es una de esas visitas que no puedes dejar de hacer si estás en la ciudad. Una obra de arte al aire libre, situada al final de la Playa de Ondarreta, que se compone de tres esculturas de acero oxidado colocadas en diferentes rocas y que hacen que las fotografías se conviertan en una postal.
Aunque por lo que destaca es por el sonido que se produce a causa de la fuerza de las olas y del viento, gracias a un sistema situado debajo del paseo con unos orificios por donde se expulsa el agua y que hacen que este lugar rezume magia.
Un paseo por La Concha, un imprescindible
Ir de visita a San Sebastián y no pasear por La Concha es como ir a París y no admirar la Torre Eiffel. Con más de más de un kilómetro de longitud, el paseo finaliza en el Palacio de Mirarar. Su famosa barandilla blanca flanqueada por farolas es una de las imágenes más míticas de la ciudad. Solo cuando se está alló se llega a entender realmente que La Oreja de Van Gogh le dedicara una de sus canciones más bonitas.
Una de las mejores puestas de sol está en la cima del Monte Igueldo
Ya sea en funicular, que es el más antiguo del País Vasco, o en coche, subir al Monte Igueldo siempre es una buena idea. Ofrece una de las mejores vistas de la ciudad, además de esconder un Parque de Atracciones retro de lo más pintoresco (y divertido). Los atardeceres desde aquí son de matrícula de honor. Sin duda, es el mejor mirador de la ciudad.
El tour de los pintxos de la Parte Vieja, el must
No puede haber visita a San Sebastián sin un buen tour por los bares de pintxos de la Parte Vieja. Son auténticos manjares en formato mini que ofrecen una amplia selección de propuestas deliciosas, originales y clásicas. Además, dependiendo del día (y la franja horaria) podemos conseguir pintxo-pote, es decir: un pincho y bebida a un precio fijo.
Foto de portada | Yusaini Usulludin
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