Hay personas que parece que solo encuentran la belleza en los parajes naturales fuera de España. Y son bellos, no me malinterpretes, pero aquí también tenemos zonas tan espectaculares como esta cascada (la más bonita de Cataluña) o el de este pueblo de León que parece un fiordo noruego.
A solo 100 km de Madrid está el Gran Cañón del Colorado. O al menos la “réplica” made in Spain que podemos visitar para sentirnos como en Estados Unidos pero sin salir de España.
Burujón, el pueblo que esconde el Gran Cañón del Colorado sin salir de Toledo
No hace falta irnos muy lejos para disfrutar de paisajes espectaculares porque Burujón tiene una joya natural que nos encanta. En las afueras del pueblo de Toledo se extienden las cárcavas arcillosas de color rojizo que hacen de él un destino al que ir al menos una vez en la vida.
En el pueblo también destacan la ermita de San Pantaleón, de estilo mudéjar construída en el siglo XVII, el Palacio de los Condes de Cifuentes y la Iglesia de San Pedro Apóstol, de estilo vanguardista. "El árbol Colores" a las afueras de la localidad, y "El Pilar" un antiguo abrevadero son otros dos puntos de interés para ver antes de descubrir lo verdaderamente hermoso de Burujón, las Barrancas de Castrejón y Calaña.
El parque natural de las Barrancas de Castrejón y Calaña
El parque natural de las Barrancas de Castrejón y Calaña, también llamado Barrancas de Burujón, es una zona protegida que fue declarada monumento natural en el año 2010 por la Junta de Castilla la Mancha y es también Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario de la Red Natura 2000.
Las Barrancas se encuentran en los términos municipales de Albarreal de Tajo, Burujón y La Puebla de Montalbán, en la orilla norte del embalse de Castrejón. Sus espectaculares cortados arcillosos han sido formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace más de 25 millones de años.
Para acceder a ellas tendremos que dejar el coche en el aparcamiento del parque y caminar dos kilómetros por la Senda Ecológica de las Barrancas. De repente, un paisaje se extiende ante nuestros ojos y no podemos evitar que el Gran Cañón del Colorado o el desierto de Arizona se nos venga a la memoria, porque nos recuerda irremediablemente a estos parajes estadounidenses.
Las aguas del Tajo, antes incluso de que se formara el río, han estado dando forma a este terreno arcilloso durante miles de años hasta converse en lo que es hoy ahora. La extensión de estas cárcavas arcillosas de color rojizo es de un kilómetro de longitud y alcanzan más de un centenar de metros de altura en algunos puntos como el Pico del Cambrón. En él hay un espectacular mirador que nos permite observar las barrancas y el embalse de Castrejón que se inauguró en 1967. Un contraste maravilloso entre el paisaje típico toledano y este, que parece sacado de una película del oeste.
Un consejo: si puedes ve al atardecer. La luz sobre las afiladas paredes se vuelve de un tono rojizo maravilloso.
Fotos | iStock (Jose Ramiro Laguna, Herencias, Jhonny Juncal Gonzalez)
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