Se encuentra a menos de 200 kilómetros de Barcelona, y es una particular joya escondida porque para llegar hasta ella, tendremos que pasar antes por otro país. Escondida entre montañas, este pueblo de menos de 100 habitantes es tan bonito que merece la pena entrar y salir de España para conocerlo.
Se encuentra en la provincia de Lérida, pero para acceder a él tienes que pasar antes por Andorra, ya que se encuentra en una ruta salvaje y natural que solo tiene acceso a través del país vecino. De hecho es tan difícil acceder que algunos meses del año está completamente cubierto de nieve y el acceso está cerrado, aislando a sus habitantes.
Hablamos de Os de Civís, una pequeña localidad que se encuentra a menos de tres horas de Barcelona y que es uno de esos pueblitos alejados que aún no ha vivido el boom del turismo, así que es el destino ideal que aman las parejas que buscan una escapada romántica y que huyen de la ciudad y el ruido de la ciudad condal.
Os de Civís, la joya escondida de Cataluña
Os de Civís, también llamado Aós de Civís, pertenece a la comarca del Alto Urgel en Cataluña y para llegar tienes que coger la carretera que pasa por la parroquia de Sant Julià de Loria, ciudad situada en el Principado de Andorra. Para llegar, tendrás que ir por la montaña de Coll de Conflent a 2150 metros de altitud lo que lo hace un lugar idílico y alejado de los turistas.
Se sitúa en la coma del Seturia y cuna del río Aós, y algunas de sus casas son medievales, aunque prima la preciosa arquitectura pirenaica, con casas construidas en piedra y pizarra. Os de Civís merece que nos perdamos por sus calles.
La iglesia de San Pere i Santa Margarida, de arquitectura románica y ubicada sobre un antiguo castillo, es el mejor mirador para todo lo que le rodea, porque su entorno parece de otro planeta. Como telón de fondo, los picos de los Pirineos. De hecho, corona el Parque Natural del Alto Pirineo, el mayor espacio natural de toda Cataluña.
Los montes y valles que rodean Os de Civís lo hacen ideal para practicar deportes como el senderismo o el ciclismo de montaña. Rutas como la Cultia, Montaner, Setúria, Riu de Salória o la Collada de Conflent son solo un ejemplo, aunque no es apto para principiantes.
Fotos | iStock (Annie Fortin, Manel Vinuesa, Armando Oliveira)
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