Probablemente, el Sáhara (en África del Norte) y el de Sonora (en América del Norte) sean los dos desiertos más famosos del mundo. Sin embargo, ¿y si te decimos que no hace falta que salgas del continente para estar en uno de cuerpo presente? De hecho, no hace falta ni que salgas de España porque en nuestras fronteras se encuentra el único desierto que existe toda Europa.
Se trata del Desierto de Tabernas, al norte de la ciudad de Almería, entre las sierras de los Filabres y de Alhamilla. De hecho, ellas son las encargadas de aislar esta zona de las corrientes húmedas del tan cercano mar Mediterráneo.
Con un clima mediterráneo subárido, precipitaciones que no alcanzan los 250 mm anuales y temperaturas medias superiores a los 17° C, está considerada como la única zona desértica propiamente dicha de todo el continente europeo. El resto se consideran, realmente, zonas semidesérticas.
Juan Mercader
Se encuentra protegido como paraje natural y tiene una extensión de 280 km2. Las pocas lluvias que caen en esta zona suelen ser torrenciales, así que el suelo, que posee muy poca vegetación, no consigue retener humedad. Al contrario, sufre mayor erosión formando los característicos paisajes bautizados como "badlands".
Cárcavas, taludes, torrenteras y ramblas. El desierto es un paisaje de desolación. Transportado desde los ricos fondos marinos del Mediterráneo hasta estas calcinadas y áridas llanuras almerienses, donde te invade una sensación de incertidumbre, desasosiego y asombro.
Uno de los recursos económicos más explotados del Desierto de Tabernas es haber servido de escenario para el rodaje de películas desde los años 60, llegando a ser conocido como el "Hollywood Europeo’". Así, por sus áridos paisajes han pasado Clint Eastwood, Steven Spielberg, Harrison Ford, Arnold Schwarzenegger o Sophia Loren, entre otros.
Javier Martin Espartosa
Por todo ello, en el año 2020, la Academia de Cine Europeo le otorgó a este desierto de Tabernas la distinción "Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea". Además, aquí se encuentra el Oasys MiniHollywood, un lugar que emula los rodajes de las películas “del Oeste” que tuvieron lugar en la zona durante la segunda mitad del siglo XX.
Entre ellas, ‘El bueno, el feo y el malo’ (1966) y ‘La muerte tenía un precio’ (1965), ambas protagonizadas por Clint Eastwood. Aunque no solo se rodaron spaghetti western en este Poblado del Oeste, sus diferentes sets también se utilizaron como platós para otras películas como ‘Lawrence de Arabia’ (1962), ‘Cleopatra’ (1963) o ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (1989).
Foto de portada | Juan Mercader
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