Que Londres es una de nuestras ciudades favoritas del mundo es algo que nadie pone en duda. Si es una ciudad cara o no, ya genera más debate. Si te has propuesto visitar Londres con un presupuesto low cost, o si crees conocer ya la ciudad como la palma de tu mano, hoy te proponemos ocho lugares que no suelen formar parte de ningún circuito turístico y que, además… ¡son gratis!
Sky Garden
Un debate muy habitual entre los muy fans de Londres es cuál es el lugar que ofrece las mejores vistas de la ciudad: el London Eye, el teleférico de Emirates, la cafetería de la Tate Modern o el flamante (y carísimo) The Shard. Pero, ¿sabíais que podéis observar la ciudad desde un jardín botánico en la última planta de un rascacielos de la City? Sí, eso es el Sky Garden. Y, no me preguntéis por qué, esa maravilla es gratuita. Está abierto hasta las seis de la tarde entre semana y hasta las nueve en fin de semana y es recomendable reservar la visita con antelación.
Templo hindú
Hay quien dice que viajar a Londres convalida casi por una vuelta al mundo. Hay pocas culturas que no podamos vivir de cerca en la ciudad del Támesis. Si no nos da demasiada pereza meternos un paseíto en Tube, llegaremos hasta el Shri Swaminarayan Mandir, que nos hará sentir por un momento que hemos desembarcado en Calcuta, Pune o Delhi.
Iglesia Saint-Dunstan-in-the-East
Esta pequeña iglesia en el corazón de la City, a pocos metros de Monument, no dejará indiferente a nadie, pero se convertirá en un must para cualquier amante de la fotografía. Esta iglesia, construida originalmente en el siglo XII, ha sufrido todos los avatares de la capital británica en carne propia. Primero, el gran incendio de 1666; más tarde, los bombardeos alemanes durante el Blitz. Y lo que quedó de ella, tomado por la maleza y en seria amenaza de derribo, se convirtió en el oasis favorito de la ruidosa City. Convertida en un cuidado jardín entre muros de siglos de antigüedad y a cielo abierto, no cabe duda de que es uno de los lugares más fotogénicos de la ciudad.
Leadenhall Market
Muy cerquita de la iglesia de St Dunstan, encontramos este mercado, uno de los más antiguos de la ciudad. Data originalmente del siglo XIV y su aspecto actual se debe a una brillante rehabilitación durante los años 90, que le ha valido ser incluido en el listado de Patrimonio Nacional. Pero, si todo esto no fuera suficiente, Leadenhall Market se ha convertido en un icono de la cultura popular al ser el escenario elegido (aunque con mucho maquillaje) para representar el Callejón Diagon en las películas de Harry Potter. Si sois fans de la saga, Leadenhall Market es un absoluto must.
Brick Lane Market
Brick Lane no es ya el mercado under que era hace algunos años, pero todavía sigue siendo conservando ese carácter auténtico que han perdido otros lugares como Camden o Portobello. Si os apetece adentraros en el lugar donde se inventó lo hípster, lo ideal es un domingo por la mañana, aunque las hordas de gente de lo más variopinta que encontraréis desmentirá un poco su carácter desconocido.
Casas del metro de Leinster Gardens
La historia del Londres de los últimos dos siglos se articula, en cierta medida, alrededor del Tube, esa red de metro interminable, tan odiada por los lugareños y tan necesaria para los turistas. La construcción de las primeras líneas no estuvo exenta de polémica, y en zonas como el señorial barrio de Bayswater, muchos se negaron a que fueran derribadas las mansiones victorianas para dejar en su lugar unos horrorosos conductos de ventilación. La solución que encontraron los ingenieros en Leinster Gardens ha dado lugar a una curiosidad desconocida para muchos: se conservaron las fachadas de los números 23 y 24 de la plaza, pero se “vaciaron” las construcciones. Hoy en día, todavía es posible ver las fachadas ciegas, aunque muy bien disimuladas. Y, si queréis ver las estructura completa, la serie Sherlock Holmes le ha dedicado recientemente un capítulo.
Neal’s Yard
La zona de Seven Dials y Covent Garden merece una visita siempre. Pero no todo es el Apple Market o las miles de tiendas de diseñador que plagan la zona. Adentrándonos por Neal Street, llegaremos (si estamos avispados para encontrarlo, que está muy bien escondido) a Neal’s Yard, un oasis hippy en medio del Londres más pudiente. La historia de este lugar es fascinante en sí misma, y su espíritu puede encontrarse aún en la quesería Neal’s Yard Diary o en los pequeños negocios de remedios naturales o terapias alternativas.
Los sótanos del Hard Rock Café
Si sois auténticos fanáticos de la música, puede que consideréis que la franquicia Hard Rock Café es demasiado comercial para vosotros. Pero el Hard Rock de Londres esconde un secreto que no todo el mundo conoce: The Vault. Unas escaleras en la parte de tienda del local, conduce a una cámara acorazada que se puede visitar en grupos guiados de forma (sorprendentemente) gratuita. ¿Y qué podemos encontrar allí? Pues los auténticos tesoros del patrimonio Hard Rock: el icónico corpiño de Gaultier para Madonna, alguno de los trajes blancos del Elvis más Las Vegas y una colección de guitarras en las que cada uno encontrará su favorita, desde The Who a Kurt Cobain.
Si habéis llegado hasta aquí sin reservar aún un vuelo a Londres, supongo que ya nada puede convenceros, pero –aunque no son desconocidos para nadie– es importante recordar que los principales museos de la ciudad son también gratuitos. Así que si aún no conocéis el British, la National Gallery, la Tate Modern o el espectacular edificio victoriano del Museo de Historia Natural, quizá haya llegado el momento de hacer una visita a la capital británica.
Fotos | Pixabay, Sky Garden, Shri Swaminarayan Mandir, Geograph, Flickr, Leinster Gardens Illusion, Corrado Forino.
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