María Yuste
Editor SeniorComo persona nacida en Murcia, a veces me pregunto por qué solemos tener tan presente la floración de los cerezos de un país lejano como Japón cuando en España también tenemos, todos los años, un auténtico espectáculo de la naturaleza sucediendo durante estas fechas. Me estoy refiriendo a la floración de Cieza, un municipio murciano marcado por la belleza de las millones de flores de sus melocotones, paraguayos, ciruelas, albaricoques, nectarinas y almendros.
La fruta de hueso del valle de Cieza se consume en toda Europa. De hecho, más de 13.000 hectáreas se dedican allí al cultivo de frutales de hueso. Por lo tanto, puedes imaginarte que, cuando están en flor, el paisaje es todo un espectáculo visual que atrae a los visitantes como un cuadro en un museo.
Y es que, en este rincón de la huerta de Murcia, se produce la mayor variedad cromática de flores del mundo. De este modo, se mezclan en el horizonte las diferentes tonalidades de fucsia de las flores de los melocotones, paraguayos y nectarinas con las blancas de las ciruelas, albaricoques y almendras. Contrastando ambos colores, a su vez, con las hojas verdes de los árboles.
Para dar a conocer este fenómeno, desconocido aún para la mayoría en el resto de España, se organizan desde hace unos pocos años unas rutas con guías locales en las que se contempla la panorámica desde los mejores miradores y rincones del Valle de Ricote (como el Salto de la Novia, Azud de Ojós y Noria Grande de Abarán).
Instituto de Turismo de la Región de Murcia
No obstante, la visita también se puede hacer por libre y tanto a pie como en coche. Para ello, los parajes más singulares que suelen aparecer en todas las fotos de la floración de Cieza son: La Macetúa, El Horno, la Parra, El Elipe, Cabezo Redondo, La Brujilla, Las Cañadas, Soto de la Zarzuela, El Acho o El Olmico.
Eso sí, la floración de este municipio no solo se mira, también se saborea a través de la gastronomía local. Algunos de los platos locales más típicos son los Caracoles Chupaeros (caracolillos pequeños en salsa ligeramente picante) michirones (habas cocidas con especias, ñoras y chorizo), migas y potaje ciezano, entre otros.
De postre, no obstante, tienes que dejar hueco para el famoso melocotón amarillo de Cieza, donde se cultivan 330 millones de kilos. Se sabe que, al menos desde el siglo III D.C., se cultiva allí esta fruta. Es algo que atestigua la semilla de melocotón hallada en una vivienda hispanorromana dentro de la Cueva de la Serreta (que, por cierto, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO).
Melocotón de Cieza
Eso sí, si quieres pillar la floración a tiempo y no tener que esperar hasta el año que viene, tienes que darte prisa porque el momento es ahora. De hecho, empezó en febrero y, en teoría, dura durante todo este mes. Así que en abril ya podría ser demasiado tarde. Todo depende de las condiciones climatológicas, que son las que hacen que se adelante o retrase la floración de los campos y que esta sea diferente todos los años.
Foto de portada | Instituto de Turismo de la Región de Murcia
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