Cuando pensamos en pueblos con encanto de Guadalajara, la mente se va siempre directa a la maravillosa Sigüenza. Pero esta provincia esconde muchas otras opciones pintorescas y muy bellas, como esta localidad rodeada de cascadas a menos de dos horas de Madrid, ideal para una escapada rural de desconexión.
Trillo es un pueblo pequeño, pero lo que le rodea es inmenso. Este municipio tiene el privilegio de encontrarse rodeado de cascadas altísimas, debido a que está ubicado en el punto donde el Tajo y el Cifuentes se unen, creando saltos de agua imponentes y espectaculares. La más conocida es la Cascada de Cifuentes, de 15 metros de alto y un rugido atronador.
Qué ver en Trillo, Guadalajara
Trillo está en un entorno natural privilegiado, en la entrada del Parque Natural del Alto Tajo. Por eso se ha convertido en uno de los favoritos a la hora de escaparse un fin de semana y desconectar. Pero más allá de sus paisajes y cascadas, en este pueblo manchego hay mucho que ver.
Si queremos decir que conocemos Trillo de verdad, no podemos perdernos el Puente sobre el Tajo, una edificación defensiva del siglo XVI que todavía se usa para cruzar. Además, en el casco histórico se encuentran tesoros arquitectónicos como la Iglesia de la Asunción de Santa María del siglo XVI, la ermita de San Roque y el Hotel Real Balneario de Carlos III, en el que podemos disfrutar de aguas termales naturales.
Cómo llegar a Trillo, Guadalajara
Trillo está a una hora y media desde Madrid por la carretera A-2 en dirección Guadalajara, por lo que podemos incluso aprovechar un día libre e ir y volver en la misma jornada para una escapada exprés.
Fotos | @trilloycomarca,
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