Sí, en muchas ciudades ir en bici es sinónimo de tener que esquivar peatones, sortear obstáculos y tener fe –por esto de creer en lo que no ves– en que los coches te respeten. Por suerte, Londres es arena de otro costal. Aunque el carril bici no es muy habitual, lo cierto es que hay un respeto único y muy arraigado por los ciclistas, por lo que aunque tengas que ir por carretera, el riesgo se reduce considerablemente. Además, la bici es un medio perfecto –y muy económico– para moverte por las calles de la capital británica. ¿Nos vamos de ruta?
Alquilar es la mejor opción
A menos que vayas a quedarte a vivir en Londres y prefieras invertir en tener tu propia bici, la opción más cómoda es el alquiler. El sistema público de alquiler de bicicletas de Londres es la mejor opción. Es muy similar a los que ya conocéis –salvo por que éste funciona en condiciones–, y os permite alquilar la bici en un punto y depositarla en cualquier otro de la capital.
Aquí tenéis toda la información necesaria para poder acceder al servicio, desde los datos que hacen falta facilitar hasta mapas y gestores de puntos de recogida. En cuanto a coste se refiere, acceder al servicio cuesta 2 libras. La primera media hora de cada trayecto es gratuita, pero si se nos va la mano, cada periodo de hasta 30 minutos extra nos costará otras 2 libras. Así que valorad a la hora de emprender viajes largos.
Ir preparado y con sentido común
Quizás esto se pueda aplicar a casi cualquier cosa que hagas en tu vida, pero en el caso de ir en bici por Londres, es todavía más importante. En primer lugar, ir por la carretera siempre entraña más riesgo que ir por un carril bici delimitado, y aunque el respeto, como os comentaba, es una de las máximas en la circulación de la City, no haremos de más si vamos bien preparados. Casco, chaleco reflectante y alguna protección extra no irá mal.
Además, pensad que hay que circular siempre por la izquierda, con lo que es posible que haya más confusión, sobre todo si no estamos acostumbrados. Planead bien la ruta y memorizad por dónde queréis ir; de esta forma nos evitaremos que en momentos críticos dudemos sobre la dirección que hay que tomar.
Las mejores rutas para ir en bici
Ya sabéis cómo funcionan las cosas en el Reino Unido. El propio gobierno, a través de su servicio de alquiler de bicicletas, también te ofrece unas cuantas rutas que puedes seguir en función de lo que quieras hacer. Nosotros nos quedamos con las más pintorescas, y concretamente, con la que recorre los jardines más ocultos y bellos de la ciudad.
Una de las paradas más espectaculares de esta ruta es la de Kyoto Garden. Un jardín japonés en pleno centro de Londres ya es un atractivo llamativo de por sí, pero si encima puedes llegar a él dando una vuelta con tu bici, todavía mejor.
Se encuentra en el interior de Holland Park, donde además podréis disfrutar de multitud de actividades deportivas y de la historia que se respira en el ambiente. No en vano en Holland Park se encontraba una de las mansiones más hermosas de Londres, Holland House, construida en el siglo XVII y que quedó muy dañada tras la Segunda Guerra Mundial. Lo que de ella se conserva es ahora un youth hostel, una opción de alojamiento en un entorno absolutamente único.
No es el único atractivo de esta ruta. Y es que recorrer las avenidas de tierra de Hyde Park es otro de los itinerarios que no os podéis saltar. Uno de los parques más emblemáticos de Londres merece que le dediquéis al menos una tarde, y si el tiempo acompaña, parar y hacer un pequeño picnic en sus jardines.
Los lugares que no puedes perderte
Aunque ya hemos hablado de que no hay demasiado carril bici por Londres, sí que podemos encontrarlo en algunas zonas concretas que además nos van a permitir disfrutar de los monumentos más icónicos de la ciudad sin parar de pedalear.
Clarence House es la residencia oficial de los Príncipes de Gales, y en ella podréis ver a los típicos guardias británicos haciendo su turno. El carril bici pasa muy cerquita de esta mansión.
Otro de los monumentos más accesibles a través del carril bici es el Victoria Memorial. No podremos llegar hasta la propia plaza a través del carril, pero pasa justo al lado y es perfecto para sacar algunas fotos sin tener que hacer una parada larga.
Y por supuesto, no podríamos perdernos el Arco de Wellington, que aunque no tenga carril bici específico como tal, sí que podemos pasar bajo sus arcadas con la bici sin problema. Eso sí, respetando si hay peatones.
Fotos | Andreas Kambanis, Les Haines, Jim Killock, Savan Gandecha, Annie and Andrew, Loren Javier, nikoretro, Robert Cutts
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