María León nos tiene acostumbrados a looks de absoluto infarto, estilo fusionado con lo mejor de las tendencias. Justo esto es lo que buscamos en una alfombra roja de unos premios como Los Goya pero hoy se ha equivocado totalmente. La vemos más cambiada que nunca y también muy poco acertada en la que es la cita del cine del año.
María León se ha decantado por un vestido de Juanjo Oliva de color blanco, una especie de kimono de un tejido con detalles de hilos, lo único salvable del diseño. El vestido no le favorece mucho pero los complementos le restan a cada momento, unas sandalias de Nº21 preciosas que, sin embargo, no encajan con el look ni el evento y unos pendientes espectaculares que tampoco tienen su sitio. El primer gran fallo viene de la mano de María León.
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