Cuando estamos ante una piel rosada, fina, lisa, suave, que casi nunca tiene granitos y los poros son muy pequeños, podemos hablar de una piel normal.
La piel normal es la menos corriente y la deseada por todos. Su secreción sebácea está equilibrada y por lo tanto es una piel flexible y resistente a los cambios climáticos. Es la más parecida a la piel de un bebé.
Aunque tengas la piel normal, no debes descuidar el tratamiento diario para seguir manteniedola estéticamente bonita. La limpieza hay que realizarla 2 veces al día: por la mañana y por la noche.
- Limpiadora: limpiar la piel con leche para piel normal/seca o sensible
- Tónico: un tónico sin alcohol para piel normal/seca
- Hidratante: una hidratante para piel normal/seca y por la noche, mejor usar una crema nutritiva.
Siguiendo estos pasos de limpieza y cuidado de la piel conseguiremos tenerla bonita durante mucho tiempo. No olvidemos que el cuerpo padece cambios hormonales continúamente y hace cambiar el ph de la piel.