A veces leemos los ingredientes de una fórmula cosmética y muchos de ellos nos suenan químicos. El bisabolol puede ser un ejemplo de ello y no es más que un principio activo del aceite esencial de la flor de manzanilla.
Cuántos remedios caseros se preparan en casa con infusiones de camomila por sus propiedades calmantes e antiinflamatorias. Cuando nos duele el estómago, para relajarnos si no podemos dormir, para favorecer digestiones difíciles, como anticonvulsivo si tenemos ganas de vomitar.
Trasladado a cuidados cosméticos, se utiliza especialmente en tratamientos para la piel sensible, incluídos los cuidados para después del afeitado.La lista de propiedades es larga: suavizante, cicatrizante, calmante, antiinflamatoria, protectora, desensibilizante. De ahí su uso tópico.
Más concretamente, el activo es el alfa-bisabolol (Matricaria chamomilla y Matricaria recutita L.). La manzanilla forma parte de las hierbas aromáticas, de no ser así no estaríamos hablando de aceite esencial. Se extrae de la flor y es una planta muy común en nuestra zona geográfica. Se extrae de ella además otro componente importante en cosmética para piel sensible: el camazuleno. Pero hablaremos de éste en otra ocasión.
¿En qué productos cosméticos podemos hallar alfa-bisabolol en la fórmula? Principalmente en lociones calmantes, tónicos faciales, aguas micelares y desmaquillantes de ojos. Aunque también en fluídos, cremas y serums. Suelen contenerlo los cuidados que necesitan un activo antiinflamatorio como las emulsiones post-depilación. Leed las fórmulas de vuestros cosméticos, seguro que encontráis más de uno con este ingrediente extraído de la amable flor de camomila o manzanilla.
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