Es el mejor momento para hacerlo. Salvo que pienses marcharte a un destino exótico y soleado en Navidad o sepas que tu rostro va a estar expuesto a su radiación, ésta es una de las mejores oportunidades que presenta el año para llevar a cabo ese peeling que al que damos vueltas en alguna ocasión.
Antes de tomar una decisión, tengo buenas noticias: Galénic ha presentado ese con el que alguna vez he soñado, se anuncia como eficaz con las toxinas y suave con la piel, próximo al del dermatólogo, gracias a una selección de ácidos imprescindibles cuando se habla de este procedimiento. En este caso, es fundamental su textura, dada la facultad que tiene para controlar cualquier sensación de incomodidad gracias a su presentación mascarilla en crema. Peeling Renovador es su nombre, pertenece a la línea Pureté Sublime, y promete una sensación muy confortable con un efecto visible desde la primera aplicación. ¿No resulta tentador?
¿A quién está dirigido?
Aquí está de nuevo el gran dilema que suelo planteare cuando quiero hacerme un peeling: ¿será agresivo? ¿Estará indicado para mi? Unas dudas que estoy resolviendo a medida que sé más sobre este producto. Está dirigido a todas las que queremos mejorar y renovar la textura, cerrar el poro, alcanzar un tacto suave y unificar el tono, sin dejar a un lado las que deseáis una acción antiarrugas, recuperar luminosidad o dejar de sufrir un exceso de grasa, acné, o irregularidades.
Y es que a partir de los 30 casi todas comenzamos a sentir alguno de estos síntomas en nuestro cutis, signos que antes ni imaginábamos, aunque leves, observamos como la luminosidad se apaga, algunas arruguitas de expresión comienzan a marcarse y notamos más los efectos del sol, la contaminación o una noche sin dormir. Es entonces cuando comenzamos a recurrir a los exfoliantes. Sin embargo, la primera regla para que este ritual sea positivo es la no agresión, la delicadeza, el saber lo que la piel se merece.
Su composición
La firma explica que Peeling Renovador contiene un trío de ácidos que actúa en 2 fases. Dos de ellos, el ácido láctico y el ácido salicílico actúan como preparadores de la piel. El primero, penetra sólo muy superficialmente en las capas externas de la epidermis humedeciendo y flexibilizando las células muertas para que los demás activos las desprendan mejor. El segundo tiene una acción sebo reductora muy eficaz sobre las pieles mixtas y grasas.
El tercer ácido, el glicólico, tiene una acción desescamante y reparadora que realiza una acción más precisa, una descamación acelerada de las células muertas y las que están a punto de morir, acompañada de una renovación celular estimuladora de células jóvenes.
Exenta de conservantes en la fórmula, Galénic explica que tiene la ventaja de limitar cualquier riesgo de incomodidad o sequedad en la piel sometida a la acción de los ácidos y una tolerancia óptima gracias a su estructura cremosa, enriquecida con activos calmantes compensadores como la glicerina, manteca de karité o bisabolol, que además hidratan y nutren las capas superiores de la epidermis. La fórmula también contiene Agua Granítica de los Pirineos, rica en minerales y oligoelementos, que matifica y mima las pieles irritadas.
Importante, ¿cómo utilizarlo?
Algo fundamental es saber llevar a cabo correctamente este ritual: una vez por semana hay que aplicar una capa gruesa de este peeling sobre el rostro y dejar actuar durante sólo 3 minutos antes de aclararlo con agua.
Su textura al ser calmante, respeta todas las pieles, por lo que Galénic afirma que su utilización aporta además de eficacia, tolerancia y estabilidad de la fórmula. Su precio recomendado es 42 euros en envase de 50 ml. Recordad que si pensáis en haceros un peeling, este es el momento mejor del año para llevarlo a cabo.
Más información | Galénic
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