La belleza de una mujer no sólo son unos rasgos perfectos, sino que se expresa a través de las emociones, de la alegría de vivir, de esas carcajadas que transmiten felicidad y el sentirse bien dentro de la propia piel. Sin embargo, con el paso de los años, los trazos se van ajando, y los rostros, inevitablemente, se van haciendo más severos, cansados o tristes.
Para devolverle a la piel todo su esplendor, los laboratorios de las mejores marcas cosméticas no paran de investigar. Dior, a través de Edouard Mauvis-Jarvis - director de la comunicación científica -, acaba de comunicar que sus investigadores han descubierto la presencia de un conector en la superficie de las células madres.
Se trata de una especie de interruptor que se activa o desactiva en función de las necesidades de las células, lo que les permite sincronizarse a la perfección para obtener una respuesta ajustada a sus necesidades. Esta armonía celular es la que permite crear a la piel materia pulposa.
Con una textura pensada para que penetre rápida y profundamente, Dior ha creado un tratamiento al que ha llamado Sérum Capture Totale formulado con el extracto de una flor con un poder antienvejecimiento extraordinario que favorece la síntesis del ácido hialurónico en las células de la dermis y de la epidermis, además de proporcionarle un poder antioxidante excepcional.
El mérito de la Longoza de Madagascar consiste en restablecer a través de sus conectores la sincronización perdida entre las células en todas las capas de la piel, haciendo que ésta recupere su suavidad y elasticidad. Este excepcional sérum restaura la vitalidad de la piel desde el interior, extrayendo todo su potencial.
Sitio oficial | Dior