Mucho se está hablando esta semana alrededor del tema de la nutrición, sobre todo después de las polémicas declaraciones de la OMS sobre las carnes procesadas y las carnes rojas. Si estás pensando en dar un giro a tu forma de nutrirte, te aclaramos las ideas: te contamos en qué consisten los diferentes modelos de alimentación para que lo tengas todo claro a la hora de tomar la decisión.
Veganos, crudívoros, vegetarianos, paleo, flexitarianos... No, no son nuevas especies descubiertas en los últimos años, aunque sus nombres bien nos puedan llevar a pensarlo. Se trata de distintas opciones de alimentación, cada una con sus pros y sus contras, pero todas respetables. Te explicamos en qué consisten las más conocidas, ¿te apuntas a modificar tus hábitos alimentarios?
Vegetarianos y veganos, think green
Quizás sean las opciones más conocidas si hablamos de modelos de alimentación distintos a los habituales. Ambas opciones toman como base de su alimentación las frutas, verduras y hortalizas, y también consumen otros alimentos como cereales o frutos secos, mientras que rechazan la carne y el pescado.
La gran diferencia es que los vegetarianos (ovo-lacto-vegetarianos en su mayoría) sí consumen algunos productos de procedencia animal, como huevos, leche, quesos, mantequillas, etc. Los veganos, sin embargo, prescinden también de este tipo de alimentos: nada que provenga de un animal tiene cabida en su dieta.
La pregunta del millón para los vegetarianos y veganos suele ser que de dónde sacan las proteínas en su dieta: los vegetarianos lo tienen más sencillo al poder tomar huevos y productos lácteos, que contienen proteínas en su composición. En el caso de los veganos, las opciones más comunes son el tofu y la soja. También podemos obtener proteínas, aunque de menor valor biológico, combinando cereales y legumbres.
Flexitarianos, la opción del término medio
Quizás si en un momento dado has pensado en pasarte al veganismo o vegetarianismo pero no te has atrevido a dar el paso, es mejor que pruebes por un tiempo a ser flexitariano. Los flexitarianos basan su alimentación en productos vegetales, pero además se permiten comer porciones pequeñas de carne y/o pescado de forma esporádica.
La gran diferencia con una dieta omnívora es que en el plato de un flexitariano, la carne o el pescado nunca van a ser protagonistas, sino meros acompañantes de un "cantante solista" que puede ser un vegetal, una legumbre o un cereal. Ejemplo rápido: un filete con patatas no es un plato que podríamos considerar flexitariano, mientras que un wok de verduras con pollo sí que lo sería (si no echamos medio pollo en el wok, claro).
Crudívoros, olvídate de la cocina
Esta opción me encanta, básicamente porque no me gusta nada cocinar. Los crudívoros optan por consumir casi todos los alimentos crudos: esto está genial cuando nos referimos a las frutas y verduras, que tradicionalmente solemos consumir crudas, pero puede ser algo más complicado si nos centramos en el consumo de carnes y pescados. En cuanto a los lácteos, los consumen no pasteurizados y no homogeneizados.
Es cierto que platos como el sashimi o el carpaccio contienen pescado y carne crudos y están perfectamente integrados en nuestra sociedad, pero no suele ser la opción mayoritaria a la hora de comer. La seguridad alimentaria es una de las controversias que hay en cuanto al veganismo: la cocción de los alimentos asegura la eliminación de parásitos, y se desaconseja totalmente el consumo de leche cruda. Muchos de los crudívoros suelen ser a su vez vegetarianos o veganos para no tener problemas en este sentido.
Paleodieta, comer como nuestros ancestros
La Paleodieta está muy de moda últimamente, sobre todo entre los deportistas, pero ¿sabemos realmente lo que es? Muchas personas creen que consiste en una dieta baja en hidratos de carbono en la que la carne es la protagonista, y nada más lejos de la realidad. En verdad, la dieta Paleo se basa también en el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas: alimentos en los que el macronutriente con mayor presencia son los carbohidratos. Sin embargo, rechazan el consumo de azúcar y cualquier producto que la contenga, granos procesados y productos elaborados.
Las proteínas las obtienen del consumo de carne, pescado y huevos, y las grasas de los frutos secos y de los aceites vegetales. Es un tipo de alimentación bastante completo, del que me quedo con el rechazo a los productos elaborados. Han sabido hacer del #EatRealFood su grito de guerra, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo.
Ahora que ya conoces en qué consiste cada uno de estos tipos de alimentación, ¿con cuál te quedas tú?
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