Lo que parece una máscara sacada de la película El silencio de los corderos es una Máscara de luz LED aplicada en tratamientos de belleza en el centro de estética de Carmen Navarro. Cada color que emite tiene propiedades específicas, una tecnología usada por la NASA para los astronautas ahora al servicio de la belleza.
Es una tecnología relativamente novedosa porque hace años que se utiliza en aparatología. Este tipo de luz cuenta con diodos emisores de luz de baja intensidad, una energía capaz de estimular los tejidos. De ahí su implicación en tratamientos de belleza en cabina.
La recomendación de este mes combinar la máscara de LED verde con un tratamiento específico antimanchas. Las propiedades generales de esta luz LED son las siguientes:
Combate la flacidez estimulando el colágeno y la elastina.
Atenúa y regula las manchas modulando la hiperpigmentación.
Mejora el tono de la piel potenciando la luminosidad desde el interior.
Para reparar los excesos de sol del verano que han dejado huella en el rostro, el color verde es el más indicado: equilibra la pigmentación, reduce las arrugas finas, restaura los nutrientes de la piel perdidos a causa del envejecimiento, entre otras propiedades.
La verdad es que la idea es muy atractiva por ese aire de ciencia-ficción de la máscara. Más allá, hay que ver los resultados, por supuesto. Colocan la máscara sobre el rostro limpio y exfoliado durante 20 minutos. La retiran y aplican una mascarilla hidratante, revitalizante y aclarante durante 10 minutos.
La sesión finaliza aplicando un sérum rico en vitamina C, ácido hialurónico y complejo de hojas de madroño con un masaje remodelante, especial para rostros con manchas pigmentarias. El tiempo en cabina es de 1 hora 10 minutos y la sesión cuesta 100 euros.
¿Qué os parece la idea de un tratamiento facial de estas características?
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