El paso del verano nos deja unos kilitos de más tan odiosos, una falta de motivación para entrenar y un descontrol de horarios de comidas. Una vez que has disfrutado de los ansiados días de vacaciones,toca volver al cole. Y qué mejor forma que recuperándote de los excesos; apunta estos consejos que te traigo
Dale importancia al desayuno
Si nunca se la has dado, es hora de empezar. Un desayuno completo tiene que cubrir un gran porcentaje de la energía total del día. Tiene que estar compuesto por: zumo de frutas, leche desnatada con una pizca de café, pieza de fruta, tortilla de huevos y 1 o 2 tostadas de pan integral con tomate y aceite de oliva. Evita los productos azucarados como bollería industrial y no empieces tu jornada sin desayunar. Por muy pronto que te levantes, no te llevará más de 10 minutos, merece la pena créeme.
Con ello tenemos la suficiente vitamina de casi todo el día y hacemos trabajar a nuestro cuerpo para acelerar el metabolismo y empezar a quemar grasas. Además de fortalecer el sistema inmune frente al frío que nos espera del otoño y el invierno.
Busca un hueco para hacer deporte
Sabemos que las jornadas laborales son largas y agotadoras pero puedes hacer deporte por la noche antes de irte a la cama. El deporte en diferentes horarios no es mejor o peor, mas bien depende de la persona. A primera hora de la mañana, tu cuerpo estará más activado para el resto del día, en cambio por la noche, agotarás todas tus energías de reserva y te ayudará a dormir mejor, pero siempre un par de horas antes de irte a dormir, como mínimo.
Si no tienes tiempo entre semana, sal a correr de noche y en los fines de semana puedes buscarte otra actividad alternativa como pilates o el gimnasio de tu barrio, además las tarifas de fin de semana suelen ser más reducidas. ¡No tienes excusa!
Realiza 5 comidas al día
En verano comemos cuando nos apetece al margen de horarios, y esto está muy bien para desconectar pero si quieres recuperar tu salud a partir de ahora tenemos que cambiar los hábitos de alimentación. Lo más recomendable es realizar 5 comidas al día, tres principales y dos más pequeñas. No dejes pasar más de 3 horas entre ellas, así tu cuerpo siempre gastara energía para esas digestiones y además,si tu organismo pasa hambre todo lo que coma lo almacenará como grasa, por lo que conseguimos el efecto contrario.
La importancia del desayuno ya te la he contado en un punto anterior, la comida del mediodía tiene que ser la segunda fuerte de todo el día, y las cenas ligeras (como te he comentado anteriormente también). A media mañana y media tarde, puedes tomar un yogur y pieza de fruta, unos pocos de frutos secos naturales, un zumo y una barrita de pan integral con queso, ¡están prohibidos los azúcares! Olvídate de bollos y pastas por muy pequeños que sean. En vitónica te cuentan ideas muy ricas y variadas para tus almuerzos.
Vuelve a empezar en el gym
Ya sabemos que eres una "sportadicta" y que sólo llevas sin entrenar durante tus vacaciones, pero a nivel muscular tu cuerpo está relajado, demasiado. Por tanto, olvida la rutina que tenias en el gym y empieza unas semanas con otra de readaptación. Básicamente, trabajo en máquinas o ejercicios multiarticulares como sentadillas, split, push press y mucho trabajo cardiovascular y en trabajo en circuito, unas 15 repeticiones con descansos muy cortos. En aproximadamente 3 ó 4 semanas ya podrás empezar a una rutina más avanzada, ten paciencia.
Recupera las cenas ligeras
Ya se acabaron las tapitas del chiringuito de la playa, es hora de empezar con la rutina de alimentación. Para ello, administra las comidas más abundantes a primera hora de la mañana y según avanza el día, ve disminuyendo en contenido calórico y en cantidad, quedando las verduras y ensaladas para las cenas.
Con una cena ligera dormirás mejor y evitarás malas digestiones. Si quieres saber qué incluir en una cena de este tipo, nuestros amigos de directo al paladar te dan algunas opciones.
Ten como idea presente la importancia de las ensaladas en esta última comida, y añádele tomates, atún, otras verduras y lo que se te ocurra con bajo nivel calórico. Esto puedes acompañarlo de pescado hervido y un yogur.
Cambia de deporte o de rutina
Si no has parado de hacer ejercicio en estos días estivales, ¡es hora de darle un cambio al cuerpo! Tienes muchas opciones: contratar un entrenador personal, hablar con los entrenadores de tu gimnasio y decirles que te cambien de rutina, busca clases que te motiven y que nunca hayas probado. La importancia del cambio de hábitos ayudará a tu cuerpo a ver los beneficios, no puedes mantener el mismo entrenamiento mucho tiempo aunque eso te haga volver a lo desconocido. Y si tus objetivos son los mismos, existen formas diferentes de conseguirlos.
Dedica un tiempo para tí
¡Es hora de ser feliz! Busca una actividad de ocio que te guste: deporte, coser, leer, escuchar música, ver películas, tener sexo, pasear...Y dedícale, al menos, unos 20 minutos cada día. Científicamente, está demostrado que al realizar actividades placenteras liberamos oxitocina, la hormona del placer. No cuesta tanto buscar ese ratito para sentirnos felices. Tomátelo como el premio a tu dura jornada, haz que cada día sea un momento para ser feliz.
Un buen truco para conseguirlo es hacer una programación de la semana. Con esto conseguirás ver de un vistazo qué ratos libres te quedan para tí.
Renueva tu armario
Estar a la moda nos encanta a todas y puede no ser caro. Termina el verano y empieza el otoño. Limpia tu armario y tira lo que no te pones desde hace tiempo, ¿te queda sitio verdad?...Pues estás lista para ir de compras a por trapitos nuevos. Investiga las nuevas colecciones en moda y maquillaje y las nuevas tendencias y resérvate unas horas con tus amigas para "gastar dinero" en verte más guapa. Tu vida y tu salud te lo agradecerán.
Duerme lo suficiente
¿Parece obvio verdad? Estos días de vacaciones hemos descansado a nivel físico y mental, hemos "recuperado" horas de sueño pero eso se acabó ¿o no?. El dormir las horas necesarias no lo es todo, hay que tener una buena calidad del sueño, que sea reparador. Con ello conseguimos:
- Disminuir el estrés y enfermar menos
- Estar más activos y ágiles mentalmente durante el día y desarrollaremos mejor nuestro trabajo
- Mejor control del peso corporal.
- Tener mejor estado de ánimo para favorecer las relaciones sociales.
Es muy fácil conseguir nuestro propósito, sólo tienes que adelantar la hora de irte a la cama y si te cuesta conciliar el sueño, llévate música ,ese libro que tenías aparcado y que estás deseando empezar,date un baño relajante y sobretodo, apaga el teléfono móvil y la televisión, ¡si, has oído bien! apagado, te darás cuenta que no es tan importante.
Es hora de empezar la vuelta al cole de muy buen pie, esto es sólo una pequeña ayuda, el resto depende de tí. Desde hoy no será tan malo volver a la rutina.
Imagen | PaulMLocke, GTres, USAG-Humphreys
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