A veces olvidamos lo mas básico para estar bien, tenemos sed o apetito y esperamos porque estamos haciendo algo, cansancio y seguimos al mismo ritmo o no nos apetece salir una noche y lo hacemos. Hay que aprender y escuchar a nuestro cuerpo, porque es sabio. Solemos estar atentas a todo tipo de consejos sobre belleza sin darnos cuenta de que en ocasiones hemos olvidado lo más básico porque a lo largo del día podemos incorporar pequeñas actitudes y rutinas que nos ayuden a mejorar nuestra forma física y a cuidar nuestra figura. Todo es cuestión
de proponérselo, tomar conciencia y ser constantes porque si nos acostumbramos a ponerlas en práctica, sin darnos cuenta se convertirán en un hábito y contribuirán a prolongar nuestra belleza en el tiempo. De vez en cuando conviene hacer un repaso de las cuestiones más básicas para darnos cuenta de todo que lo descuidamos.
La importancia de las posturas
Es probable que en alguna ocasión hayáis pensado que vuestro cuerpo ha dejado de ser el que era, pero si os fijaseis con atención os daríais cuenta que un tanto por ciento muy elevado de ese cambio se debe tan solo a un cuestión postural, a una costumbre que el cuerpo ha adquirido por comodidad, falta de atención, dejadez o cansancio. Habéis dejado de ir tan derechas como antes, cargáis la espalda y la mayoría de las veces sacáis tripa. Si os recolocaseis frente a un espejo, veríais como vuestra figura adquiere un tono mucho más joven tan solo por la postura.
Podéis partir de los hombros; una manera muy sencilla de volver a encontrar el punto adecuado es girar (semicircunferencia), en redondo hacia atrás los hombros y bajarlos una vez que se encuentran atrás. Después acostumbraos de nuevo a ir derechas. Se trata de recolocar y lo debéis hacer de vez en cuando, cada vez que lo recordéis, porque además notaréis un gran descanso.
Sacad partido al paseo
Caminar es fundamental, no tiene excusa ni para el enemigo del deporte. Aprovechad los paseos para poner en práctica algunos ejercicios. La tripa puede ser un gran objetivo, puesto que también por comodidad solemos relajarnos en este punto. Una buena disciplina es intentar “meter tripa” mientras camináis, como si se tratase de un un ejercicio de abdominales, soy consciente de que es duro pretender hacerlo durante todo el paseo ¡Agotador! Pero se puede hacer durante algún trayecto del mismo, supone una gran disciplina física, requiere concentración (siempre es positivo) y tonifica.
Otra buena práctica en estos paseos es contraer (apretar) los glúteos al caminar, tonifica y evita su caída, también resulta algo duro sí se pretende hacerlo durante todo el recorrido, pero si alternáis el paseo con estas dos disciplinas, éste se convertirá en un ejercicio bastante completo. Cuando me refiero a caminar quiero decir una marcha constante y ligera, si vais en compañía, poder hablar es un buen estímulo y si váis solas llevad música, porque os marcará el paso y os animará.
Un calzado apropiado es fundamental cuando se va a caminar. No se debe forzar innecesariamente los pies, ni exigíos un paso marcial si no váis preparadas para ello, cada calzado tiene su función.
En el trabajo y en casa vigilad
A la hora de sentarse frente a una mesa deberíais revisar de vez en cuando vuestra postura, hombros atrás, espalda apoyada y recta. Siempre que podáis mantened las piernas estiradas y los pies ligeramente en alto. Al trabajar muchas veces os habréis descubierto con tensión, de hecho gran parte de las contracturas musculares se provocan simplemente por esto. Hay que estar atentas para boicotear esta tensión y relajar hombros y espalda.
Además esta afecta también al gesto de la cara. En muchísimas ocasiones me sorprendo escribiendo o leyendo con el ceño fruncido o apretando la mandíbula, y este tipo de hábitos son los que van formando las arrugas gestuales sin ser conscientes, así que estad al acecho y relajad. Si usáis gafas debéis utilizarlas siempre que las necesitéis para trabajar, ver una película o leer, a veces se prescinde de ellas y se fuerza la vista sin necesidad cansando esta, los ojos y formando además arrugas de expresión alrededor de los ojos y en el entrecejo.
No vigiléis vuestra postura solo cuando estéis trabajando porque a la hora de relajarse a veces no estamos tan confortables como deberíamos, hay que buscar una buena posición, cómoda y siempre que sea posible mantener las piernas en alto. Acordaos de cuidarlas, no recargarlas más de lo necesario y aliviarlas, reparad en ellas de vez en cuando, e intentad cruzarlas lo menos posible para facilitar la circulación. En muchas ocasiones podemos darles un descanso y no lo hacemos.
Por último, un poco de todo
En cuanto a temperatura es importante intentar estar siempre confortables en los interiores, no debéis pasar ni frío ni calor. A veces no escuchamos a nuestro cuerpo. Estad atentas a las temperaturas y cuando sean altas y secas no descartéis la idea de utilizar un humidificador. No olvidéis beber agua o infusiones, para estar siempre hidratadas; es una buena ocasión para consumir las más apropiadas a vuestras necesidades: relajantes, drenanates, digestivas…y atended si vuestra piel os pide una hidratación extra a lo largo del día y vuestros labios un bálsamo.
Se debe intentar mantener un peso constante, vigilaos, tan importante es no engordar como adelgazar hasta un peso que no nos corresponde. Además corregir un ligero aumento de peso es más facil que hacerlo después. Es importante llevar ropa confortable cuando las ocasiones nos lo permitan, pero se debe vestir la talla adecuada. A veces por comodidad nos ponemos prendas demasiado amplias y nos puede provocar más de un despiste a la hora de engordar, porque al no marcar el limite no controlamos el aumento de peso. Lo que nunca es aconsejable es llevar la ropa muy ajustada o una talla menos, generalmente provoca el efecto contrario al que perseguimos y nos hace parecer más rellenitas de lo que estamos.
Cuando os sequéis la cara hacedlo sin restregar la piel, sólo con ligeros toques (imaginad la cantidad de veces que se hace a lo largo del año y las consecuencias sobre la firmeza de vuestra piel), tampoco estiréis la piel a la hora de aplicar las cremas. Cuidaos las manos con una crema por las noches y no os mordáis las uñas, porque su cuidado distingue. Dormid las horas justas, ni más ni menos, e intentad evitar el estrés. No hagáis sobreesfuerzos físicos que no llevan a ninguna parte y flexionad las piernas siempre que tengáis que coger algún peso.
Aprovechad todas las oportunidades que tengáis de estar en contacto con la naturaleza y respirar aire puro. Es un calmante natural. Sería ideal no beber y no fumar, pero cada una debe tomar sus decisiones. Cuidad las demandas de vuestro cuerpo. Sonreíd, una cara alegre siempre contribuye a dar firmeza a la piel… Si no me creeis…¡probadlo! Se qué se trata de muchos requisitos, pero repasad y contabilizad todos los que no recordabais y no practicáis. ¿Como se puede olvidar, a veces, lo más básico?
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