Puede que estés haciendo dieta para adelgazar o que hayas cambiado tu alimentación para ganar algunos kilos, incluso quizá simplemente estás variando de peso de forma no intencionada (estrés, embarazo, mayor actividad física…).
No importa cuales sean los motivos, es momento de prestar especial atención a la piel para que no pague las consecuencias.
Prevenir es la clave
Es evidente, pero el primer punto a tener en cuenta es que siempre que sea posible hay que evitar los cambios bruscos de peso, principalmente porque pueden resultar perjudiciales para nuestra salud.
Aun así, a cualquier ritmo, estas variaciones suelen afectar a la elasticidad y aspecto de nuestra piel, generalmente en zonas como el pecho, las caderas, el vientre o los brazos. Una vez instaladas las estrías no son fáciles de tratar, pero sí las podemos prevenir manteniendo una buena hidratación.
Una opción para proteger nuestra piel son los aceites vegetales. De almendras, de argán, de semillas de sésamo, de rosa mosqueta… son muy agradables de aplicar y mantienen la piel elástica, evitando que se rompa, gracias a sus propiedades regeneradoras y su alto contenido en Vitamina E.
También podemos utilizar cremas hidratantes para pieles muy secas o incluso de las específicas antiestrías. Un buen masaje dos veces al día sin olvidar evitar el agua demasiado caliente en la ducha y ya tendremos gran parte del trabajo hecho.
La alimentación también cuenta
Si queremos que nuestra piel tenga la suficiente elastina y colágeno para no agrietarse ni quedarse flácida tenemos que incorporar alimentos antioxidantes a nuestra dieta y beber agua todos los días.
Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales: La Vitamina A (retinol) la encontramos en las zanahorias, las espinacas, los tomates, las calabazas o las acelgas. La Vitamina C nos ayudará a producir colágeno y está presente en los cítricos (naranjas, limones, limas, pomelos) las espinacas, el brócoli, los pimientos y los frutos del bosque.
Tampoco puede faltar la Vitamina E de los aguacates o las aceitunas, los cereales integrales y los ácidos grasos presentes en el pescado azul.
A evitar sobre todo los alimentos con exceso de azúcar o sal ya que provocan retención de líquidos y eso no ayuda precisamente a hidratar.
Ejercicio para combatir la flacidez
Para que la piel no pierda firmeza, a parte de cuidar la alimentación y aplicar si queremos cremas reafirmantes (en las que personalmente nunca he tenido mucha confianza), nos ayudará muchísimo la práctica regular de deporte. Si ya hacemos ejercicio aeróbico podemos complementarlo con:
Teniendo en cuenta estos pasos podemos seguir perdiendo o ganando kilos de forma saludable, manteniendo a salvo nuestra piel.
Fotos | Pexels | Mateus Lunardi Dutra
En Trendencias Belleza | Tratamiento Corporal