¿Te preocupan tus brazos? Existen soluciones

¿Te preocupan tus brazos? Existen soluciones
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Soy consciente de la preocupación y curiosidad que despierta el efecto del paso del tiempo sobre el aspecto físico de los brazos. En mi propio entorno he observado que cuando en cualquier conversación entre mujeres se pronuncia la palabra "brazos", esta llega a ser centro de la tertulia y preguntas, y después de escuchar mucho he llegado a la conclusión de que existen dos opiniones diferenciadas: la de las de las mujeres que preguntan por soluciones (entre las que me encuentro) y las que creen que no existe remedio.

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Desde temprana edad la mayoría de nosotras cuidamos las caderas, pecho, rostro, ojos ..., hasta que llega un día en que nos damos cuenta de que las prendas de manga corta no nos sientan como antes. Es entonces cuando somos conscientes de que tenemos muy pocos conocimientos, incluso nulos, sobre la manera de mejorar el aspecto de nuestros brazos, mientras conocemos muchas técnicas para cuidar y embellecer todo lo anterior. Y salvo excepciones, por muy delgados que hayan sido estos, llega un momento en que engordan, por acumulación de grasa en el antebrazo o pierden firmeza y tono en su cara interna, más aun cuando la persona en cuestión se ha sometido a dietas, o circunstancias que han ocasionado una severa disminución de peso.

Aunque lo normal es que todo lo anterior se presente con el paso del tiempo, es posible retrasarlo o evitarlo en alguna medida, ello depende de la genética y de los cuidados que apliquemos. Los brazos deberían hidratarse desde temprana edad, más a conciencia con productos reafirmantes a partir de los 38 (existen además productos indicados para los brazos). El ejercicio físico específico comenzado a tiempo puede mejorar el aspecto y retrasar el deterioro progresivo de los brazos, pero atención: este debe estar supervisado por un entrenador o monitor con amplios conocimientos en este campo, puesto si los ejercicios no son o tienen la intensidad adecuada, el efecto puede ser el opuesto al buscado, llegando a desarrollar músculo, empeorando el aspecto y aumentando su volumen.

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¿Qué ha pasado?

Una vez presentado, el deterioro de los brazos, en algunos casos, llega a ser una cuestión seria y objetiva para algunas personas, causando un problema psicológico, limitando y condicionando su manera de vestir. En otros casos se trata de un simple problema estético de menor envergadura, pero que dependiendo del carácter o prioridad de cada uno, se puede querer resolver. En cualquier caso, y a partir de los cuarenta y cinco años aproximadamente, se trata de un tema muy común que en ocasiones requiere soluciones estéticas, pero no hay que olvidar que antes de aplicar estas, se debe averiguar sí lo que se quiere tratar es un problema objetivo y real, por lo que siempre ha de ser valorado, indicado y tratado por un médico especialista cualificado y altamente experimentado.

El doctor Dr. Ángel Juárez Cordero, Jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Zarzuela, es uno de los médicos con un amplio conocimiento en esta materia, puesto que entre otras especialidades estéticas, se ocupa de solucionar los problemas que afectan a la cara interna de los brazos ofreciendo diferentes soluciones a los problemas de flaccidez y grasa. Después de ponerme en contacto con él, sé que los brazos pueden mejorar sustancialmente cuando para una persona se han convertido en una cuestión de peso. Según el doctor, existen tres problemas diferenciados en la cara interna de los brazos, para los que da tres diferentes soluciones, atendiendo además en cada una de ellas al grado de deterioro que exista en estos. Si este tema os preocupa, sabed que la solución existe.

Grasa y flaccidez moderadas

Sí el descolgamiento no es excesivo, el doctor Juárez aconseja practicar la técnica de la bioestimulación corporal. Seguro que cuando os lo explique sabréis de que se trata, porque muchas de vosotras habréis oído hablar de él o lo habréis utilizado. Sin embargo también se utiliza en determinadas zonas corporales como la cara interna de los brazos y muslos. Se utiliza el plasma rico en plaquetas (para ello es necesario extraer sangre del paciente) que se introduce en la zona afectada por vía intradérmica (a modo de mesoterapia). Posteriormente se aplica un aparato de radiofrecuencia con el fin de producir una hipertermia local fisiológica, para producir un aumento de la velocidad de las reacciones biológicas, aumentando la oxigenación y disminuyendo la flaccidez de los tejidos. Precisa anestesia tópica (en crema) y se suele recomendar una vez al año.

La radiofrecuencia que se utiliza es la bipolar, cada sesión dura 45 minutos y el tratamiento consta de 10 sesiones, una por semana. Consiguiendo una reafirmación espectacular en estas zonas corporales tan difíciles de tratar. Cuesta 1.500 euros y se considera un tratamiento de mantenimiento, es decir, se deberá repetir a fin de mantener sus resultados. Generalmente suele ser suficiente uno al año, pero dependiendo de la persona puede ser necesaria dos. La única contraindicación que exige a esta técnica es la no existencia de alguna prótesis de metal.

Grasa sin flacidez

Cuando el acúmulo localizado de grasa no entraña flaccidez el doctor afirma que la mejor solución es realizar una liposucción asistida por ultrasonidos. Se basa en la utilización de los ultrasonidos para licuar las células grasas (adipocitos), que de este modo pueden ser extraídas posteriormente mediante aspiración. Se realiza en quirófano con anestesia local más sedación. En el post-operatorio es preciso llevar una prenda de presoterapia de cuatro a seis semanas. El resultado es visible cuatro meses más tarde de la intervención. El precio de la liposucción es 2.500 euros. Los resultados se pueden considerar definitivos, siempre que se cuide.

Grasa y flacidez excesiva

Se trata de una técnica para las patologías avanzadas, es entonces cuando la mejor solución es la quirúrgica, mediante la Braquioplastia. Por medio de esta intervención, se elimina el exceso cutáneo graso que provoca el descolgamiento. Sí bien tiene la ventaja de en esta cirugía se utiliza anestesia local, la cicatriz es larga y pese a estar en un lugar escondido del brazo, el doctor advierte que esta tarda bastante tiempo en desaparecer o hacerse invisible. Aunque como en todas las disciplinas existen diferentes tipos de cirugía: leve a moderada y de mayor importancia. En las dos primeras la cicatriz de la Braquioplastia se puede esconder bajo la axila mientras que en la más importante la cicatriz va del codo a la axila. En cualquiera de estas cirugías los resultados se consideran definitivos y el precio de la intervención más sencilla es 4.000 euros.

El doctor Juárez lleva a cabo cualquiera de estas técnicas en el Hospital de la Zarzuela, y advierte que aplicadas de manera adecuada y a cada indicación cada una de estas soluciones mejora de manera radical un problema que a partir de un momento representa una parte física, que preocupa seriamente a algunas mujeres. Los brazos que son un arma de seducción importante y pueden dejar de serlo por diferentes motivos, pero existen remedios para ello. Lo más importante: informarse bien y ponerse en manos expertas para que nos indiquen la técnica más adecuada a cada caso.

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