Si algo caracterizaba a Vivienne Westwood, la genial y excéntrica diseñadora inglesa, era su indomable cabellera pelirroja que, en mi opinión, inspiró a los creativos de Walt Disney para la creación del personaje de Mérida, la rebelde y fogosa Brave. El tema del estampado escocés de los tartán fue otro de los puntos de anclaje.
Pues bien, después de haber sido publicada por The Telegraph, por las redes sociales está circulando una fotografía de la reina inglesa de la moda esquilada como una oveja. Al parecer, la Westwood ha decidido sacrificar una de sus señas de identidad para protestar airadamente por el cambio climático.
La diseñadora siempre ha sido peleona, y muy activa a la hora de encabezar protestas. Todavía la recuerdo luciendo luciendo una camiseta que diseñó en favor de Julian Assange, a quien considera un auténtico héroe, cuando lo del escándalo WikiLeaks o vestida de amarillo y negro para salvar a las abejas.
Pero cortarse el pelo al cero son palabras mayores. La gente sólo lo hace cuando está pasando por una depresión, y como creen que no pueden hacer nada porque su vida mejore, se cortan el pelo para sentir que siguen teniendo control sobre algo en sus vidas (¡qué se lo pregunten sino a Britney Spears!), o cuando a la gente se le empieza a caer el pelo creyendo erroneamente que al cortárselo les crecerá más fuerte.
Durante las últimas Fashion Week de Londres (16 de febrero) y hace pocos días en París recuerdo haberme fijado en que estaba muy guapa, pues siempre llevaba el pelo recogido en una especie de turbante sin volumen, que luego cubría con mucho arte con una especie de corona de plumas. Ojalá no sea una maniobra de despiste, y no tenga nada que ver con esa flema inglesa a la hora de no querer dar tres cuartos al pregonero cuando se trata de malas noticias. Porque, aunque excéntrica, Vivienne Westwood es una señora de los pies a la cabeza.
Más información | @Telegraph: Vivienne Westwood cuts off her hair to promote climate change (Photo: Getty/Corbis)