Mientras esperamos con impaciencia la segunda temporada de Soy Georgina, la vida de la hispano-argentina sigue dando vueltas, garantizándonos que, desde luego, no va a haber dos temporadas iguales del reality de Netflix. Y es que, con el fichaje de Cristiano Ronaldo por el club AL-Nassr ha hecho que tenga que mudarse a Arabia Saudí, donde no le quedará más remedio que llevar un estilo de vida diferente, acatando ciertas restricciones por ser mujer.
Podrán vivir juntos sin estar casados
Aunque, en su día, Arabia Saudí fue uno de los países más herméticos del mundo, muchas de las estrictas leyes islámicas por las que se rige se han ido ablandando o volviéndose más flexibles en los últimos años. De hecho, la Sharia (Ley Islámica) prohíbe que una pareja conviva sin estar casada. Sin embargo, Georgina y el astro del fútbol no han pasado por el altar... No obstante, las autoridades harán la vista gorda y permitirán que vivan juntos con toda su troupe en Riad.
Y es que, aunque las leyes del reino todavía prohíben la convivencia sin un contrato de matrimonio, las autoridades han comenzado recientemente a hacer la vista gorda y ya no persiguen a nadie. No obstante, estas leyes sí se utilizan cuando hay un problema o un delito.
Nada de prendas apretadas
Aunque Georgina podrá andar por la calle sin ir acompañada de un hombre y tendrá derecho a conducir, sí deberá seguir un código de vestimenta específico que ya adelantamos que atenta contra los outfits que sabemos que le gusta vestir a la influencer. Y es que deberá vestir con "modestia y decoro", lo que significa que no podrá lucir prendas apretadas, escotes ni transparencias.
Eso sí, no estará obligada a llevar en público la abaya, túnica tradicional de los países musulmanes del norte de África. Sin embargo, se la ha visto ya vistiéndola y con la cabeza más o menos tapada en un centro comercial. Algo que ha gustado a los saudíes, que elogian que respete las costumbres locales.
Acceso vetado a monumentos o lugares sagrados
Una de las consecuencias más guays de haber formado una familia con un futbolista debe de ser la oportunidad de vivir en diferentes países del mundo durante un tiempo. Sin embargo, Georgina tendrá que ser previsora a la hora de salir a hacer turismo porque, al no ser musulmana, tendrá que solicitar autorización para poder visitar lugares como la Meca o Medina, ya que tiene vetado el acceso a las Ciudades Santas. Por el mismo motivo, tampoco tendrá permitido llevar a cabo ningún tipo de manifestación pública religiosa (a no ser que sea de carácter islámico) o proselitista.
A dieta de secallona
Si la primera temporada de Soy Georgina hizo que se triplicasen las ventas de ibéricos de su tienda favorita de Graus. Gio nos dejó claro que su embutido favorito es la secallona (longaniza seca y curada) de este lugar. Sin embargo, ahora tendrá que pasar largos periodos sin poder probarla ya que tendrá prohibida la importación de productos derivados del cerdo. Además, no cumplir con esta restricciones es un delito con pena de cárcel o multa severa. Además, tampoco tendrá permitido comer, beber o fumar en público durante el mes de Ramadán.
Esposa, trabajadora o familia de un hombre
Las leyes laborales de Arabia Saudita requieren que cualquier mujer que obtenga una visa de entrada sea la esposa, trabajadora o familia de primer grado de un hombre que resida en Arabia Saudí. Así, aunque las misiones diplomáticas no pueden otorgar un visado a una mujer sin un contrato de matrimonio, se hace la vista gorda para que entran con una visa de turista. Así que, si este es el caso, Georgina tendría que abandonar y vovler a entrar al país cada 90 días.
Foto de portada | @georginagio
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