El viernes 22 de marzo por fin se supo la verdad. Kate Middleton, armada de valor, grababa un vídeo con el que confirmaba que padecía cáncer. La duquesa de Cambridge lograba así poner fin al despliegue de especulaciones y falsos rumores que circulaban sobre su estado de salud desde que se sometiera a la cirugía abdominal a finales de enero, siendo ésta la operación por la que conoció su actual diagnóstico.
A través de una grabación dos minutos y dieciséis segundos, la mujer del príncipe Guillermo advertía de que "esperamos que entiendan que, como familia, ahora necesitamos tiempo, espacio y privacidad para completar el tratamiento" y recalcaba que su actual cometido no es otro que centrarse "mi recuperación".
Ni que decir tiene que Kate no estará sola en el proceso. Cuenta en todo momento con el apoyo y cariño de los suyos. Sin embargo, sí que dispone de alguien que entiende más que nadie lo que le espera a partir de ahora: Carlos III, quien también anunciaba que le habían detectado un cáncer a principios de febrero.
La relación entre el soberano y su nuera siempre fue buena, pero ahora es inquebrantable. Así lo han comunicando en exclusiva en 'The Sun' al revelar que Carlos y Kate almorzaron juntos en Windsor antes de que la segunda compartiera el vídeo: "Es muy inusual que los dos estén solos, sentados juntos de esta manera", apuntan en el citado medio.
En dicho reunión, el monarca y la princesa debatieron sobre la dolencia que por desgracia los une y cómo se la anunciarían al pueblo británico: "No hay duda de que pueden compartir muchos cosas y que pueden usarse mutuamente para apoyarse mutuamente durante sus batallas profundamente personales contra el cáncer", exponen en la publicación, y desvelaban que el marido de Camilla Parker se deshizo en elogios ante "el coraje" de su "querida nuera".
Fotos | Gtres
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