Pilar Eyre viene a ser la Gossip Girl o la Lady Whistledown de la Casa Real española. Imagino a nuestros royals temblando cada vez que la escritora saca a la luz uno de sus artículos rajando contra éstos. ¿Sus últimas víctimas? Los retoños de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, de quienes ha puesto en entredicho tanto su futuro académico como laboral. Atenta/o, que te lo cuento.
A través de su blog de 'Lecturas', la autora ha comenzado bastante suave narrando cómo era aquella familia de revista con hijos dignos de un anuncio de Mayoral apuntando que estábamos ante una "familia de película" que ella misma vislumbró "en el parque Santa Amelia, la infanta leyendo libros de Paulo Coelho, y su expresión de arrobo y la de sus hijos cuando llegaba el padre a recogerlos". Pero el escándalo estalló y la cosa se torció...
Me refiero al Caso Nóos. Momento en el que los niños del matrimonio, en palabras de Eyre, sufrieron "bullying" en el colegio hasta el punto de que "se negaban a darles albornoces en el Tenis Barcelona" o sus compañeros de clase dejaron de invitarles a sus cumpleaños: "La vergüenza máxima fue cuando Iñaki acompañado de Juan, fue recibido al grito de 'cuidado con los bolsos' en una panadería cercana a su domicilio", expone la colaboradora de televisión.
Un futuro incierto
Pilar no se ha cortado a la hora de dejar clara su opinión sobre el porvenir de los jóvenes. Sobre Miguel, que supuestamente se matriculó en la carrera de Ciencias del Mar, señala que acabó trabajando de "monitor de esquí" para después mudarse a Zarzuela con doña Sofía: "Bastante lejos del mar", destaca la autora de 'La soledad de la reina'.
Con respecto a Juan, "se ignora todo" y Eyre siembra la duda sobre su formación junto a Alejandro Agag. Recordemos que el muchacho trabajó en la empresa 'Extreme E', "una serie radical de carreras todoterreno en los rincones más remotos del planeta impactados por el cambio climático", se puede leer en la web del negocio del yerno de José María Aznar y Ana Botella: "Y si lo dejó voluntariamente o si fue despedido. Lo único que sabemos es que se ha ido a vivir también con su abuela a la Zarzuela, sin ninguna perspectiva laboral", recalca la periodista.
Eyre advierte de Irene que su "única ocupación durante el año que ha vivido en palacio ha sido sacarse el carné de conducir". Cabe destacar que la benjamina de la casa ha pasado los últimos meses de voluntariado en Camboya y únicamente ha aprobado la parte teórica del coche. Y de Pablo, la escritora asegura que, aunque es el único que dispone de "actividad laboral" (juega con el equipo de balonmano de Granollers), duda de que si éste sobrevivirá con el "sueldo de tres mil euros al mes que recibe de su club". Se ha quedado a gusto, sí.
Fotos | Gtres
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