El Rey Felipe VI ha pasado el sábado bien abrigado en la estación de Baqueira-Beret, donde se ha dejado ver de lo más campechano (al más puro estilo Juan Carlos I) con el resto de esquiadores. El monarca se ha pasado por el Alto Arán para disfrutar de las pistas donde aprendió a esquiar. Sin embargo, más que por su pasión por el deporte de invierno, parece haber otro motivo de esta improvisada visita: su excuñado Iñaki Urdangarin.
Hace tan solo unos días, Iñaki se dejaba ver junto a su novia Ainhoa Armentia por las mismas pistas, bares, e incluso por la misma urbanización donde Felipe suele hacer noche. Allí celebró la pareja San Valentín sin saber que esto ocasionaría que el jefe de Estado tuviera que hacer un hueco en su agenda.
Según han informado varios medios, la última vez que Felipe se paseó por Baqueira fue en el año 2016. Eso hasta este año. Desde entonces no es que haya renunciado a su pasión por el esquí, pero ha frecuentado otras pistas como la de Sierra Nevada. Motivo por el que el hijo de Juan Carlos y Sofía había perdido las relaciones con los responsables de mantener la estación.
Responsables que no parecen estar muy contentos con que su última relación con los Borbones fuera el paso de Iñaki Urdangarin por allí. De hecho, el exjugador de balonmano y su novia la abogada Ainhoa Armentia habrían visitado hasta el mismo alojamiento donde se suele quedar Felipe VI, 'La Pleta'. Es por eso que desde Baqueira-Beret han pedido al monarca que asistiera al Valle de Arán para así retomar las relaciones que nunca debían haberse perdido desde antaño.
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