Es la cuenta atrás final para la boda de Tamara Falcó, prevista para el próximo 8 de julio si todo sigue su curso y si Iñigo Onieva continúa tranquilito. El Palacio 'El Rincón' acogerá el evento más esperado del año, aunque de forma previa se realizará una fiesta de compromiso con las familias de los novios en Villa Meona, la mansión en Puerta de Hierro donde vive Isabel Preysler.
Aunque por todos es sabido que Iñigo Onieva nunca ha sido del agrado de Isabel Preysler, resulta que la reina de corazones ha hecho de tripas corazón (nunca mejor dicho) por su hija y la está ayudando con todos los preparativos de la boda. Entre ellos, la filipina está inmersa en la elección del vestido de novia.
Tamara se sometió a una primera prueba en Bilbao con Carolina Molas, su suegra, como acompañante. Ahora, la marquesa de Griñón se ha sometido este lunes 27 de marzo a una segunda prueba en la que Isabel Preysler ha tenido la última palabra, tal y como han confirmado las directoras de la firma que vestirá a Tamara Falcó en el día más importante de su vida, 'Sophie et Voilà'.
"No vamos a mentir. Hemos venido a Madrid especialmente para ella. Hoy hemos hecho una prueba del vestido y está contenta y súper animada", han desvelado las diseñadoras, que garantizan que han conseguido convencer a la Preysler con el diseño que, en un principio, no era para nada de su agrado.
Sofía Arribas y Saioa Goitia, dueñas de la marca, se han mojado acerca de la opinión de la madre de la novia: "Isabel ya entiende el vestido y sabemos de buena tinta que ahora le gusta. Y la cara que tiene (Tamara) cuando le ponemos el vestido es de emoción absoluta y de felicidad", han acabado diciendo.
Fotos | @tamara_falco / GTRES
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