Juan Carlos está de nuevo en territorio español. Dos semanas después de visitar la capital, el emérito regresa al país donde reinó para hacer lo que más le gusta. Y no, no es visitar a su familia. Él prefiere pasar el rato con aquellos que le abren las puertas cada vez que lo necesita. Los mismos que le apoyan en las buenas, en las malas y en las regulares. Es decir, sus colegas.
Al emérito le gusta navegar en compañía de sus amigos y no hay distancia que se lo impida. Cuando hay regata, él se planta en Sanxenxo y allí le espera Campos, su querido amigo. Tiene alojamiento gratuito, restaurantes a mano y la brisa del mar sobre su cabeza. No necesita más para ser feliz.
Esta misma mañana, aterrizaba en Vigo y a pie de pista le esperaba Pedro. Tras bajar las escalerillas del jet con cierta dificultad, Juan Carlos tomaba asiento en el todoterreno de su amigo. "Tiene previsto participar en la regata que se celebrará este fin de semana -los días 20 y 21- un mes después de alzarse con la victoria en el primer campeonato de la Liga de vela de 6 metros", cuentan desde Informalia.
Lo que no tiene previsto, al parecer, es visitar a su esposa. Aunque estuvo ingresada varios días a causa de una infección de orina, Juan Carlos no parece preocupado. Al menos, no tanto como para pasarse por Zarzuela nada más aterrizar. Quién sabe, quizás lo haga después de surcar los mares.
Fotos | Casa Real
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