Fue en 2018 cuando Miguel Bosé y Nacho Palau pusieron punto y final a una historia de amor que comenzó hace más de un cuarto de siglo. La ruptura no fue amistosa y se convirtió en punto del día de la prensa. Situación que se repitió con el divorcio. Y es que los ex amantes bandidos encabezaron una batalla en los tribunales por la custodia de sus hijos, todos nacidos por gestación subrogada.
El veredicto llegó hace meses y no fue del agrado del ex concursante de 'Supervivientes'. En concreto, el Juez decretó que Tadeo y Diego eran los hijos biológicos de Bosé, mientras Yvo y Telmo, de Palau. Es decir, los niños no son hermanos entre sí. Resultado que favorecía el cometido del cantante de que los peques NO se relacionaran y se cortara cualquier vínculo de raíz.
La sentencia estableció que el parentesco entre las parejas de hermanos era inexistente, pero sí admitió que los niños pasaran las vacaciones juntos. Hecho que han cumplido a rajatabla Nacho y Miguel, quienes en los últimos días se han dejado ver disfrutando de sus pequeños en una escapada a Mallorca. Viaje que no ha sido del todo relajante para la ex pareja. Atento/a, que te lo contamos.
Tal y como aseguran en 'Informalia', la familia al completo se ha instalado en una espectacular casa situada en la costa mallorquina de Manacor, caracterizada tanto por su buena localización como por su privacidad.
El ocio de los peques no dio lugar al aburrimiento. Y es que hasta visitaron la escuela de tenis del gran Rafa Nadal, conocida por ser una de las más prestigiosas del país. Eso sí, el dramita también ha tenido cabida en las vacaciones. Miguel se vio obligado a acudir a la Clínica Rotger de Palma, según comunican en la citada publicación, para tratar un problema en sus cuerdas vocales.
Fotos | Gtres e Instagram de @nachopalau
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