Parece evidente que Juan Carlos desea regresar a España de manera definitiva. Sus continuas visitas y la última petición que ha hecho a Zarzuela son pruebas irrefutables de su objetivo: volver a nuestro país. Dicen que nadie se lo impide, pero lo cierto es que en palacio le han cerrado las puertas. No puede alojarse en ningún edificio propiedad de Patrimonio Nacional y tampoco tiene acceso a los actos oficiales.
Con la única intención de proteger el trono, desde Casa Real evitan riesgos a toda costa. Cualquier miembro de la familia que pueda resultar conflictivo debe mantenerse al margen. Elena, Cristina, Victoria Federica o el problemático Froilán no tienen permitido pasearse por palacio a sus antojos. En un pasado lo hacían, pero todo cambió desde que Felipe VI ocupa el trono.
Tampoco Juan Carlos puede acercarse a Zarzuela, llamar al timbre y acceder a la que fue su a casa cuando le venga en gana. Desde palacio la norma es clara: visitas restringidas para evitar cualquier polémica. Hace varias semanas, el emérito solicitó permiso para acudir a la jura de bandera y negaron su petición.
Leonor durante la Pascua Militar
Ahora, ha vuelto a ocurrir. Juan Carlos ha comunicado a Zarzuela su intención de estar presente en Zaragoza el próximo 15 de julio, cuando Leonor de Borbón recibirá el despacho de alférez del Ejército. Lejos de cumplir su deseo, Felipe y Letizia son claros: no hay posibilidad de que eso ocurra.
"Juan Carlos, que ya quiso estar presente en la jura de bandera, se siente dolido por no poder acudir a eventos institucionales en los que participan su hijo y su nieta como heredera al trono", explican desde Monarquía Confidencial.
Fotos | Casa Real de España
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