Un nuevo talento español ha sufrido el efecto conocido como "fuga de cerebros". Efectivamente, hablamos de Juan Froilán de Todos los Santos (y todos los antros), que hace tan solo unos días ponía rumbo a Abu Dabi para iniciar una nueva vida en un puesto de trabajo para el que estamos convencidos que era el mejor candidato (nótese la ironía) y viviendo bajo un techo proporcionado por la misma empresa que le ha contratado.
Como ya publicamos en su día, Froilán se embolsará por cada mes trabajado la friolera cifra de 10.000 euros mensuales (tal y como pudo saber en su día el portal 'Informalia'). Sin embargo, por si acaso el hijo de la infanta Elena no aguanta el trote de trabajar todo un mes (que no está muy acostumbrado), el Rey Juan Carlos I le hizo una promesa a la madre de la criatura: que a su niño querido no le iba a faltar de nada.
La preocupación de la infanta por los numerosos escándalos en los que se ha visto envuelto el cuarto en la línea de sucesión hizo que el abuelo de la criatura, nuestro rey emérito, prometiera Elena que Froilán viviría como un auténtico jeque árabe durante su estancia en los Emiratos Árabes.
"Se siente muy responsable de su nieto y le ha prometido a la infanta Elena estar pendiente de que el chico encaje bien en el primer sitio donde la dan una oportunidad de trabajar y de sentar la cabeza", ha garantizado una fuente cercana al mismo portal que publicó la cifra que cobraría Froilán en Abu Dabi, anteriormente citado.
La moneda de cambio del Emérito
La única condición que el abuelo ha puesto por seguir de cerca los pasos de su nieto es que la infanta Elena haga todo lo posible por hacer que Juan Carlos I pueda regresar a España de forma excepcional para acudir a la regata de Sanxenxo del próximo 18 de marzo. Un torneo en el que compite su barco particular, el Bribón, motivo por el que el emérito querría disfrutar de su regreso al Club Naútico con su antiguo velero de madera como pretexto.
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