En la Gala Met de este año hubo tres vestidos especiales: el de Emma Watson, el de Margot Robbie y el de Lupita Nyong’o. Los tres eran parte del Green Carpet Challenge, un proyecto de moda sostenible lanzado por Livia Firth, la mujer de Colin Firth.
Green Carpet Challenge se propone llamar la atención hacia los graves problemas generados por el modelo actual de producción textil a través de la creación de vestidos éticos para grandes eventos y algún que otro proyecto más.
Para la Gala Met Eco-Age, la empresa consultora creada por Livia Firth para la gestión del proyecto, ha colaborado con Calvin Klein.
¿Qué tienen de especial los tres vestidos?
El más particular fue el de Emma Watson. El tejido principal ha sido realizado con hilo fabricado a partir de botellas de plástico. El forro se ha confeccionado en seda y algodón orgánico y las cremalleras, con plástico reciclado.
En el caso de Margot Robbie la idea llegó tarde, el vestido ya estaba en producción, pero se decidió incorporar también algún elemento reciclado: las cremalleras. El vestido se hizo en los talleres de Calvin Klein a partir de seda orgánica italiana, así que podemos considerar que ningún trabajador del tercer mundo sufrió explotación en el proceso de su confección, lo que también debe sumar puntos.
En cuanto al vestido de Lupita Nyong’o, el motivo para incluirlo en el proyecto no está muy claro, ya que no hay nada que indique que se hayan utilizado materiales reciclados o un proceso sostenible en su fabricación. Como los otros dos, se ha confeccionado en los talleres de Calvin Klein, así que de nuevo, ningún trabajador del tercer mundo ha participado en su creación, quizás por eso se ha incluido.
Lo que resulta confuso de este proyecto es que un vestido Green Carpet Challenge puede significar tantas cosas distintas que al final puede acabar no significando nada.
La misma Livia Firth, Cameron Diaz y Emily Blunt han participado en Green Carpet Challenge con otra idea de Eco-Age (agarraos, es muy fuerte): repetir vestido. Lo mismo que hacen la Reina Letizia y Kate Middleton de vez en cuando.
La idea de ponerse la ropa más de una vez tiene su propio reto y hashtag en Instagram: #30Wears. O sea, llevar una prenda 30 veces. Me deja un poco perpleja, porque cuando compro cualquier prenda mi preocupación no es si me la pondré 30 veces, sino si aguantará todas las veces que voy a querer ponérmela. Pero entiendo que para una persona de poder adquisitivo alto puede ser un reto divertido.
Las buenas intenciones de Livia Firth son muy loables. Quizás con el tiempo y con una mayor notoriedad de su consultora consiga abordar proyectos más cercanos al consumidor medio. Hay buenos indicios, en 2015 ha hecho una colección sostenible con Marks&Spencer. Porque hacer un vestido especial para un evento concreto es relativamente fácil. Preguntadle a Lady Gaga. Lo difícil es hacerlo todo el tiempo, para todo el mundo.
Fotos: GTres
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