El gran Leiva suele mantener un perfil bajo en lo que concierne a su vida privada. De hecho, a nivel personal poco se sabe de él más allá de que tuvo una relación con la actriz Macarena García. Sin embargo, en ocasiones puntuales nos descubre anécdotas muy interesantes y totalmente inesperadas como la que destapó el año pasado en el podcast de Farid y Diego.
El cantante tiene un ojo de cristal. Así, sin paños calientes. Lo curiosa de la historia no es este dato, sino la razón de este. Para contártelo tenemos que retroceder tiempo atrás. Concretamente, a cuando el artista tenía 12 años: "Yo tuve un accidente, muy joven, con 12 años perdí el ojo izquierdo. Fue una cosa muy traumática para mis papás, no para mí", comentaba en el citado espacio.
Dicho percance ocurrió por culpa de una escopeta de perdigones: "Automáticamente dejé de ver por el ojo izquierdo para siempre", explicaba Leiva, mencionando cómo el mismo cambió su vida por completo: "A mí me decían que no veía por un ojo y yo no me podía hacer cargo de esa dimensión, a mí no me cabía eso. Entonces salí a jugar, vi que las tres dimensiones eran diferentes, pero yo quería vivir y quería jugar", añadía.
Fue duro, sí, pero lo acercó a la que es ahora su pasión: "Ahora me doy cuenta del poso que ha tenido tan importante ese accidente en mí, con la música. Porque estuve un tiempo en el que pasé por un proceso en el que no podía hacer cosas y tuve que ir tranquilizando mi quietud de todo y empecé a conectar con la música muy pronto", recuerda el músico de rock español, quien nunca olvidará el consejo que le brindó el celador del hospital donde se trató:
"Piensa de todas las cosas que puedes perder que tengas dos, ¿cuál es la menos importante? El ojo (...). Tu vida va a ser exactamente igual que era antes de ayer. Te va a costar un mes de adaptación", fueron las palabras que le dedicó el trabajador al cantautor.
Fotos | Gtres
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