Esta temporada si hay una colección de bolsos que animan, arrancan sonrisas y provocan un deseo de tenerlos por su originalidad son los firmados por Anya Hindmarch. Bolsos que nos recuerdan a los cereales de nuestra infancia, botes de detergente, galletas ricas y un sinfín de locuras que acaban por enganchar y conquistar. ¿La única pega? Sus precios: no aptos para los sueldos terrestres que han de pagar muchas facturas y llegar a final de mes.
Es por ello que las firmas low-cost aprovechan el tirón y e inspiran en los must de la temporada para acercarnos la moda de la pasarela por mucho menos. Y es aquí donde entra en acción la firma inglesa River Island que nos propone una inspiración divina. No coge un bolso en concreto pero sí que crea un modelo donde los toques de la firma original están presentes: borlas, smileys, letras...
¿Qué os parece esta nueva versión?