El desperdicio en comida es uno de los grandes problemas que la cultura occidental y los países desarrollados presentan. Mientras en algunos países tienen serios problemas de desabastecimiento y desnutrición, en países como el nuestro, restaurantes y miles de hogares, desperdician comida y la tiran a la basura en cantidades casi increíbles.
Hace tan solo un par de días, algunos medios, con datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, señalaron que en 2018 los hogares españoles hemos tirado a la basura un 8,7% más de comida que el año anterior, suponiendo un total de 1.339 millones de toneladas de alimento que se fueron a la basura.
Una de las peores cosas es que el 84% de estos alimentos que fueron tirados ni siquiera llegaron a ser cocinados. Los datos son horribles y, por ello, se han empezado a intentar tomar medidas en el asunto.
Apps para salvar comida y trash-cooking para reducir el gasto de comida
Por suerte, algunos restaurantes se están poniendo las pilas en esta área y tienen claro que no podemos seguir desaprovechando comida y tirándola a la basura cuando, a veces, ni siquiera ha sido tocada.
Por ello, en la actualidad existen aplicaciones diseñadas para salvar la comida sobrante de los restaurantes. Gracias a ellas, los restaurantes pueden poner a la venta, a precios más bajos, la comida que les ha sobrado ese día y nosotros podemos hacernos con ella con precios mucho más asequibles.
Comemos más barato y se desperdicia muchísima menos comida. Las ventajas son más que evidentes para nosotros, los restaurantes y el planeta.
Eso en cuanto a los restaurantes, pero ¿qué podemos hacer nosotros en casa para asegurarnos de desperdiciar mucha menos comida, consumir la que tenemos en casa y, de paso, ahorrar dinero? Pues la cocina de aprovechamiento es nuestra mejor solución.
Cocina de aprovechamiento, zero waste cooking o trash cooking: diferentes nombres con el mismo fin
Depende de dónde y cuándo lo leamos, podremos encontrar que se refieren a ella como zero waste cooking o trash cooking, pero viene a referirse a los mismo: cocinar con las sobras que tenemos en casa y lo que nos queda en la nevera, para evitar que se ponga malo y, así, no tirar tanta comida a la basura.
Es más, en los casos más puristas de esta práctica, la idea es aprovechar incluso partes de los alimentos que, en otras ocasiones, no aprovecharíamos. Así, se utilizan recortes de carnes para las croquetas, peladuras de verduras y frutas para salsas y caldos y un largo etc.
Pero, esta filosofía va mucho más allá. Se trata de tener bien en cuenta las raciones que vamos a servir en total para poder comprar en consonancia y cortar las carnes, verduras y pescados de manera que se adapten a esas raciones y aprovechemos el máximo posible.
Aprovechar todo lo que tenemos en nuestra nevera y despensa
También en ser consciente de las porciones reales que comemos y no pasarnos por exceso. Hacer listas de la compra en base a lo que vamos a cocinar cada semana y no comprar de más. Si falta siempre tendremos tiempo de ir a comprarlo y es mejor que tirar porque sobra.
Por supuesto, también tener muy en cuenta las temperaturas en las que se conserva cada alimento y conservarlo en consecuencia y estar pendientes de las fechas de caducidad para elaborar primero los alimentos que tengan menos aguante en el tiempo.
Por supuesto, también se trata de pensar cuántas diferentes recetas podemos hacer con un solo alimento. Por ejemplo, con los recortes de pescado que no utilicemos podemos hacer un delicioso ceviche. Con los trozos de verdura que normalmente tiraríamos (tallos, etc.,) podemos aportar sabor a nuestras salsas.
Los restos de la carne pueden servirnos para croquetas o tacos y las frutas muy maduras hacen mermeladas ideales en tan solo 20 minutos.
Además, a la hora de hacer la lista de la compra, es mucho más eficiente si primero elaboramos un menú semanal con recetas que se basen en los alimentos que ya tenemos en casa, de manera que les demos salida, y únicamente compremos lo que nos falte para completar esas recetas. Ahorramos dinero y tiramos menos comida que si compramos primero y elaboramos el menú después.
Recetas de aprovechamiento para dar salida a los restos
Aprovechar el pollo
Pongamos que has hecho pollo asado, o te han sobrado pechugas de una comida, o a la hora de recortar el pollo hay trozos que nadie quiere y te planteas tirar. Hay una solución (o varias) para darle salida a esos restos.
Basta con desmenuzar esos trocitos de pollo sobrantes y podremos elaborar ensaladas, sándwiches, croquetas, pasta y muchas cosas más.
Sobras de pescado para pasteles y albóndigas
Los trozos de pescado que cortamos, pero no queremos, pueden convertirse en un delicioso ceviche, donde no importa que sean más feúchos. Por su parte, las sobras de pescado de otras comidas, se pueden desmigar y pasar a formar parte de albóndigas de pescado o en diferentes pasteles, pudings o terrinas.
Pizzas con sobras
Miramos nuestra nevera y tenemos un bote de tomate abierto por la mitad y se va a poner malo, o el embutido no se lo está comiendo nadie y se acerca su fecha de caducidad. Quizás compramos demasiados champiñones y ahora nos sobran. Sea cómo sea, una pizza casera con las sobras que se vayan a poner malas, siempre nos salva la vida, está deliciosa y da salida a muchos alimentos.
Frutas maduras para mermeladas
Cualquier fruta demasiado madura puede pasar a ser una mermelada en muchísimo menos tiempo del que nos imaginamos. Los higos, las fresas, las manzanas, el kiwi, los frutos rojos y cualquier otra fruta que se nos pueda ocurrir, incluidos los tomates, pueden pasar a formar parte de nuestros tarros en forma de deliciosas mermeladas.
Imágenes | Directo al Paladar
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