Organizar el armario es una tarea que puedes evitar y posponer si no te apetece ponerte manos a la obra, solo hasta que llega el cambio de armario. Entonces no queda más remedio que sacar a la Marie Kondo que todos llevamos dentro y aplicar su método para ver qué prendas volverán con el cambio del tiempo y cuáles dejarán espacio para nueva ropa. Eso sí, si no dispones de muchos espacio, como yo, puede ser complicado hacer que quepa todo incluso después del doblado vertical y de una buena sesión de preguntarse qué es lo que nos sigue aportando felicidad (o, simplemente, qué es lo que me sigue cabiendo).
Visto mucho mejor desde que tengo colgando de la barra del armario y doblado en los cajones de la cómoda, única y estrictamente las prendas que me estoy poniendo esa temporada. Eso incluye no solo las que van acorde con el tiempo sino las que de verdad me apetece ponerme y sé que voy a querer incluir en mis outfts.
Es decir que no me tiembla la mano a la hora de dejar guardada, entre la ropa que no toca por frío o calor, aquella que podría ponerme pero que pasan los días y no uso. Es mi forma de tener a mano solo "aquello que me aporta felicidad" sin comprometer que, dentro de unos meses, pueda querer volver ponérmela. Si luego ya hay alguna prenda que pasa muchas temporadas en el banquillo, sé que ha llegado el momento de despedirme de ella.
El caso es que esto quiere decir que suelo tener más ropa guardada en el altillo del armario que en la parte de abajo. Lo que también quiere decir que tengo mucha ropa junta en el espacio más pequeño del armario. Sin embargo, desde fuera, nadie lo diría. Es algo que he conseguido, no gracias a Marie Kondo sino a este milagrito de Ikea.
Ikea
Parece una simple caja sin más pero la bolsa de almacenaje Stuk de la cadena sueca es como el bolso de Mary Poppins: cabe de todo. Incluso cuando parece que ya está llena todavía caben más cosas. De este modo, con solo dos de ellas me da para guardar pantalones, camisetas, camisas, jerséis, vestidos, pijamas, bañadores y hasta calcetines (eso sí, chaquetas y abrigos van aparte). No obstante, sé que hay gente que también las usa para guardar la ropa de cama.
Puedes colocarse dentro del armario o encima, pero no recomiendo usarlas para almacenar debajo de la cama porque son de tela. No obstante, son sorprendentemente resistentes. Doy fe de ello en primera persona porque las mías han sobrevivido hasta a mudanzas, algo para lo que también van muy bien. De hecho, la caja se puede manipular fácilmente gracias a las asas.
Ikea
Otra cosa es que la ropa que guardes no acumula malos olores ni humedad, ya que las rejillas de ventilación de las esquinas permiten que el aire circule. Incluye un portaetiquetas que te ayuda a organizar y encontrar las cosas. Sus medidas son de 34 cm x 51 cm x 28 cm y tiene un precio la unidad de solo 7,99 euros.
Foto de portada | David Kristianto
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