Muerte a los pantalones pitillo, por Penélope Cruz y sus eternas campanas

Cuando pisa una alfombra roja suele estar muy bien asesorada. Gustarán más o menos sus elecciones, pero siempre de ella se habla. Eso sí, los vestidos que te elige una estilista no te garantizan un pasaporte de estilo propio. Así que no, querida Penélope Cruz, por mucho Versace, Armani Privé o Balmain Vintage que gastes en grandes ocasiones, no nos engañas. A menos que podamos considerarte dos personas distintas: la que pisa con fuerza las red carpet, y la que se pierde entre patas de elefante en su vida diaria.

Mona sí. Porque le da siempre por chaquetas tipo Chanel y tops informales, como estos que elegía ayer para un acto en Los Ángeles. Mal no va nunca, porque no arriesga jamás. Y no tirarse a la piscina y quedarse siempre en el mismo terreno, en cuestiones de moda, es lo mismo que fallar de antemano.

Yo personalmente prefiero a las que a veces rozan lo estrafalario, que a las que se esconden detrás de una asesora de imagen y cuando caminan solas nos colman de aburrimiento.