Después de hablar de las prendas que contienen acrílicos, en Espacio Protex hemos querido echar un vistazo a los cuidados de otro tipo de prendas que contienen fibras naturales. Dependiendo de la composición de cada pieza de ropa debemos tener en cuenta que requerirán una atención distinta a la hora de lavar. Por tanto, veamos ahora cómo mantenerlas en perfecto estado las fibras naturales más habituales dentro de nuestros armarios.
El algodón, todo un protagonista
Seguro que la mayor parte de los que estáis ahora al otro lado de la pantalla os pasa esto: que la mayor parte de vuestro armario está compuesto de algodón. Así desde las prendas de sport como sudaderas, a las camisas, camisetas, a jerseys, a cientos de productos. Y es que este tejido es una estrella, no sólo por su versatilidad, sino también porque es facilísimo de mantener en buen estado.
Por lo que se refiere a sus cuidados, más sencillo imposible. Lo primero, como siempre, echa un buen vistazo a la etiqueta. Lo normal es que ponga que lavar a máquina a temperaturas de 30 grados una vez que hemos separado por colores. Eso sí, pero por ejemplo las toallas que están hechas de este material se lavan hasta a 60 grados si tienen manchas difíciles como que se te hayan manchado de tintes para al pelo o cosas así. Pero como os digo, lo mejor es irnos a 30 grados, sin complicaciones, aunque dependiendo del tipo de prenda admitiría también los 40 para manchas difíciles.
Para secar, tendremos cuidado en la secadora porque algunas de estas prendas podrían encoger, así que habrá que escoger un programa más suave. Si sois de secado al aire, simplemente hay que colgarlas en nuestro tendedero y olvidarnos. Como siempre, es mejor evitar el sol directo.
La lana, calentita lana
Ahora que el frío ha llegado casi de golpe, qué mejor que envolvernos en una prenda de lana, en un jersey de esos que dan calorcito, chaquetas amorosas, en bufandas, gorros, guantes,... Qué maravilla, siempre y cuando no me pique la piel. Pienso en una chaqueta gris como la que lleva Jennifer Aniston en la mano y no hay frío que se resista.
Aunque este año el jaspeado me está conquistando demasiado, he de reconocerlo.
La lana es una fibra natural mucho más frágil que la anterior. Requiere más cuidados, sobre todo porque tienen tendencia a encoger y a que se estropeen, por consiguiente. De hecho, a la hora de lavar se suele recomendar hacerlo a mano, aunque ahora las lavadoras tienen programas específicos de lana, con bajas temperaturas como 30 grados o frío, que nos hacen ese trabajo sucio. Este tipo de programas son cortos y suaves, incluso hay quien recomienda no usar centrifugado, aunque yo lo uso pero bajando el número de revoluciones para evitar muchas vueltas y fricción.
Para secar, mejor en horizontal para evitar que se deformen, sobre todo los jerseys que si los colgamos se van a dar mucho de sí en mangas y cuerpo.
El lino, siempre es un placer
He de reconocer que pensar en el lino me transporta más a otras épocas del año más calurosas. Y es que al ser una tela fresca, no da nada de calor y es perfecto para un día de asfixiante calor, no tanto para estas épocas. Es un tejido que me gusta mucho, salvo por lo mucho que se arruga, pero en verano siempre tengo algo en mi armario, o bien un vestido o un pantalón, o una americana. La verdad es que es muy socorrido, las cosas como son. Por lo que se refiere al resto del año, siempre está presente en algún mantel que que tengo, por lo que hay que saber lavarlo igualmente.
Es un tipo de tejido también delicado. Por ello para lavarlos está la opción de hacerlo a mano, o a máquina en programas suaves. Lo más recomendable es hacerlo dentro de una bolsa como las que se usan para lavar la ropa interior, aunque si os digo la verdad, yo nunca lo he hecho así y no he tenido ningún problema, aunque las suelo lavar solas con un detergente suave y un poco de lejía si es blanco, sino no.
Para secar lo mejor es hacerlo al aire, sin más complicaciones. Eso sí, a la hora de plancharlas, mejor hacerlo cuando aún están un poco húmedas. Así es más fácil porque sino puede ser un caos.
La viscosa, encantada de tenerte en mi armario
Puede que os sorprenda ver entre las fibras naturales la viscosa, pero es que es una materia semi-sintética cuyas fibras naturales han sido sometidas a un tratamiento químico. Vamos, que realmente sí que podríamos encajarla en esta categoría aunque más tarde hayan sufrido un tratamiento específico para conseguir estas prendas.
Entre mis blusas de este otoño/invierno ya hay varias de viscosa, de hecho esa de arriba ya está entre las preferidas de mi armario, esa está mezclada con poliester. Me gusta esa caída natural, es amplia, no marca y que te aportan un aire muy chic.
Para lavarla lo que hago es hacerlo a mano cuando tengo tiempo, lo que viene a ser nunca, o en lavadora en el programa de delicados a 30 grados como máximo. Luego, la seco sobre percha, donde no tara nada en estar lista. Un planchado suave y ya está perfecta para volver a usar. Estoy encantada y es una de mis prendas estrella para ir a la oficina.
Una vez más, como veis son unos consejos muy sencillos y fáciles los que hay que seguir para tener nuestra ropa en perfecto estado. ¿Quién dijo que la tarea de lavar la ropa era complicada?
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