«No confundas la mujer de tu vida con un coño». «Nunca preguntes si puedes hacer algo, hazlo sin más». «No esperes su permiso. Siéntete con derecho para hacer lo que quieres. Pedir permiso es síntoma de inseguridad». «Si ella se ríe y no se va, avanza, tócala, bésala, tócale una teta». No, no hemos perdido la cabeza. Estas frases no nos las hemos inventado nosotros. Son frases de webs y canales de YouTube de seductores científicos.
Seducción científica. Hace algún tiempo que ese concepto (y su equivalente anglosajón, pick-up artist) ronda por diferentes redes sociales, aunque su caldo de cultivo habitual es YouTube. Pero, ¿en qué consiste la seducción científica? Esto es lo que sabemos de ella.
Qué es un seductor científico
Un seductor científico es un hombre que conoce (o dice conocer) las técnicas necesarias para atraer y seducir a las mujeres. También se les conoce como «artistas del ligue» o «maestros de la seducción». En la seducción científica entran en juego una serie de ciencias (o pseudociencias) como la psicología, la biología, el coaching, la autoayuda e incluso la hipnosis.
En español, tres seductores se llevan la mayor parte del mercado. Son Álvaro Reyes (con más de 465.000 suscriptores en YouTube), Mario Luna (con más de 150.000 en su canal personal y más de 30.000 en el de Seducción Científica) y David del Bass, responsable de Seducción y Superación.
Qué enseñan los seductores científicos
Cada maestro de la seducción tiene su librillo, pero existen algunos temas comunes a todos ellos. El abridor, que se podría definir como el primer paso para entrar a una mujer. Las técnicas DDN (destructoras de novio). Los IDI (identificadores de interés), que los seductores científicos interpretan como muestras de que su sargeo (técnica para ligar) está funcionando. El escudo, es decir, la técnica que utiliza una mujer para rechazar al seductor. Nuestros compañeros de Magnet han elaborado un glosario para conocer la terminología de los seductores científicos.
Uno de los términos que más se escuchan en el ámbito de la seducción científica es RUH (resistencias de última hora). Se refiere a la reticencia final de la mujer a acostarse con el seductor, cuando todo parecía hecho. Las técnicas para vencer esa resistencia suelen ser las más controvertidas, ya que entran en confrontación con el «no significa no». También en este sentido es muy fina la línea entre abordar a una mujer en la calle y el acoso.
Pero no todo son generalidades o términos pretendidamente técnicos. La clave de la seducción científica es que se explican técnicas concretas, algunas de ellas realmente sorprendentes: cómo y cuándo tocar a una mujer (más de 14 millones de reproducciones), cómo generar tensión sexual en una mujer (casi 2 millones y medio), cómo besar a una chica en 4 minutos (874.000)... Es en esos trucos donde reside su éxito (son los vídeos que cuentan con más reproducciones).
¿Es machista la seducción científica?
Las frases con las que comenzábamos este artículo parecen indicar que sí. El hecho de que la base de estos vídeos sea definir comportamientos sobre las mujeres, como generalidad, tampoco ayuda. Que se las califique con las siglas TB (tía buena) seguida de un número que evalúa su físico... casi da la respuesta a la pregunta. Muchas voces se han alzado en contra de la seducción científica. Pero hay más pruebas. En Twitter, por ejemplo:
Álvaro Reyes concentra muchas de las críticas. Hoy en día, la mayoría de sus vídeos y tweets más polémicos han desaparecido de la red, pero todavía se pueden encontrar capturas con mensajes como los anteriores.
Desde hace algunos meses, existe en la plataforma Change.org una petición para cerrar el canal de Álvaro Reyes. Más de 105.000 personas han firmado ya, pero incluso la mujer que comenzó la iniciativa ha tenido problemas, ya que el youtuber la ha denunciado por el daño a su imagen. Además, en uno de sus talleres de seducción, en Barcelona, sufrió un escrache por parte del sector más crítico con sus métodos de seducción.
En Estados Unidos, el lugar de origen de la pick-up community, las polémicas han sobrepasado los límites de internet. Y algunos hechos parecen haber dado la razón a quienes relacionan la seducción científica con la cultura de la violación: dos conocidos seductores científicos y uno de sus alumnos fueron acusados de violación y dos de ellos, condenados a ocho años de prisión por los hechos.
Son muchas las voces preocupadas por la proliferación de los canales de seducción científica. Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, considera que «son contenidos que hacen apología de la violencia de género y es increíble que se puedan difundir impunemente, esto solo demuestra el grado de tolerancia de la sociedad. Si alguien publicara vídeos haciendo apología del racismo no se lo consentirían, pero con contenidos sexistas nadie se extraña».
Los mea culpa, las justificaciones y la decepción de los seguidores
Algo parece estar cambiando en las manifestaciones públicas de los seductores científicos. Tras las acusaciones de machismo, los escraches y las recogidas de firmas, parecen haber moderado el discurso. El propio Álvaro Reyes concedió hace algunos meses una entrevista a Vice, en la cual entona el mea culpa sobre su machismo pasado y declara que haberse enamorado («algo que creía que no me iba a pasar jamás») ha hecho que cambie sus métodos de enseñanza. También publicó un vídeo en su canal dando respuesta a las polémicas. Porque su canal sigue abierto, pese al arrepentimiento (y es que, claro, da dinero):
Pero hubo un tiempo en que Reyes no era tan moderado con respecto a las críticas. Cuando se alzaron las voces contra sus cursos para seducir (cursos de 5 horas a 300 euros o de dos días a 500), dijo con respecto a las críticas que eran «feminazis sin nada mejor que hacer». También David del Bass, que ha colaborado en varias ocasiones con Reyes, ha hecho declaraciones polémicas sobre los roles de género: «El problema aparece cuando las mujeres, sin ser conscientes de ello, empiezan a comportarse como lo hacen los hombres, de forma promiscua».
Pero quizá lo más llamativo de esta vuelta de tuerca de los seductores científicos hacia una imagen más amable con los roles de género es que no ha gustado a sus seguidores. Una visita a cualquiera de los canales, blogs o redes sociales de los más reconocidos es una verdadera inmersión en los comentarios machistas más recalcitrantes (entremezclados con protestas constantes de mujeres).
Técnicas de autoayuda aplicadas a la seducción o acoso convertido en pseudociencia. Esa es la cuestión que queda pendiente de resolver en torno a los seductores científicos. En este artículo hemos visto qué hacen y cómo trabajan la seducción. Quizá sea el momento de valorar si algún hombre de los que nos hemos encontrado en nuestras vidas puede haber participado de estas prácticas, y cómo nos sentimos sobre ello.
En Trendencias | Emma Watson pronuncia un discurso a favor de la igualdad en la universidad (y recibe críticas sexistas por ello)
[
](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)