Todos conocemos el efecto que pueden tener los comentarios sobre nuestro aspecto en la autoestima. Ya sea un amigo brutalmente sincero o un desconocido impertinente en mitad de la calle, lo cierto es que lo que opinan de nuestro cuerpo nos afecta. Normalmente, más lo malo que lo bueno. A Jojo Oldham también le pasaba, por lo que decidió hacer algo al respecto: convertir todos esos comentarios en un vestido y llevarlo con orgullo.
No existe necesidad de opinar sobre el aspecto de otros. Esas palabras pueden resultar muy incómodas, dolorosas y, sobre todo, terriblemente innecesarias. Esta artista británica ha querido revelarse contra este body shaming y ha trasladado todas las cosas "buenas, malas y feas" que le han dicho a lo largo de su vida a un sencillo vestido blanco ajustado.
Con ello, la diseñadora gráfica busca dar la vuelta al juego, dominando y adueñándose de esos adjetivos para que éstos no la dominen a ella. Al fin y al cabo, estas críticas y comentarios se quedan con nosotros a lo largo de la vida y dan forma a las personas que somos. "Es una forma de llamar la atención de esas personas, de hacerles ver que sus palabras tienen un efecto en el tiempo".
"No busco que me halaguen o que sientan pena por mí porque alguien me dijo que tenía las muslos gordos, las rodillas raras o los dedos de salchicha, sino rebelarme contra estas opiniones y comentarios". Con este vestido ha creado un símbolo de aceptación propia que comienza por sacar lo malo ahí fuera, ¿y qué mejo forma de hacerlo que en forma de vestido?
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Fotos | Jojo Oldham.
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