El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha estado esta mañana en el programa Más de uno, de Carlos Alsina. Y, entre los muchos temas que se han tratado en él, ha estado el de la brecha salarial entre hombres y mujeres, en concreto, en cuanto a promulgar una legislación específica para evitar la desigualdad de salarios entre personas que realizan el mismo trabajo. En palabras del presidente del Gobierno: «No nos metamos en eso».
Sus declaraciones al completo se pueden escuchar aquí, a partir del minuto 44.
El tema de las reivindicaciones feministas salió cuando el conductor del espacio le preguntó por el movimiento #MeToo surgido en Estados Unidos, al que Rajoy mostró su apoyo porque «no hay cosa más fuerte que intentar aprovecharse de la gente prevaliéndose de la fuerza». Pero entonces llegó el tema espinoso, cuando Alsina le preguntó si vería con buenos ojos que a las empresas que discriminan salarialmente a las mujeres, que cobran menos realizando el mismo trabajo que un hombre, se las sancionara a través de alguna iniciativa legal en ese sentido. Esta fue la respuesta textual de Rajoy:
No, no, no, no. Yo creo que los gobernantes debemos ser muy cautos a la hora de saber cuáles son nuestras competencias y cuáles no, y desde luego, no hay ninguna que sea el igualar salarios. En cualquier caso, sí tengo que decir que en España los empresarios y las empresas están dando muchos pasos en la buena dirección. Ya la diferencia salarial ha bajado 4 puntos desde el año 2012 al 15, que son los últimos datos que tengo. Y estamos mejor que la media europea. En cualquier caso, siempre que se den pasos y siempre que se camine en la buena dirección, hacemos cosas positivas. Probablemente el ritmo debería ser más rápido, pero yo confío en que eso sea así. Ahora, que el gobierno empiece a fijar los salarios de las empresas... no me vería yo diciendo lo que tienen que cobrar ustedes, por ejemplo.
Alsina insistió, preguntándole directamente «¿Ni siquiera diciendo que si un hombre y una mujer hacen lo mismo deberían cobrar lo mismo?» y ahí fue donde Rajoy respondió con ese «no nos metamos en eso», que está ya en muchos titulares de la prensa nacional, antes de insistir en que España es uno de los países de Europa que mejor está haciendo las cosas.
¿Es necesaria una legislación específica sobre brecha salarial?
En España, la brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en el 19,3%, ligeramente por encima de la media europea del 16,5%, según datos del informe de Eurostat publicado en 2016. Para acabar con esta desigualdad, algunos países europeos han decidido legislar.
Islandia, por ejemplo, ha aprobado recientemente una ley pionera que obliga a las empresas de más de veinticinco empleados a auditar los sueldos de sus trabajadores para asegurar que no haya diferencias de género. El Reino Unido, por su parte, con una brecha del 18,1%, ha promulgado una ley parecida: las empresas de más de 250 empleados deberán publicar las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Pero ¿es realmente necesaria una ley de este tipo en España? En realidad, el marco legal existente sería suficiente para garantizar la igualdad salarial. Por muchas vías diferentes:
El artículo 14 de la Constitución, según el cual «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de [...] sexo».
El artículo 35 de la Constitución, según el cual «todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, [...] sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo».
El artículo 28 del Estatuto de los Trabajadores, titulado Igualdad de remuneración por razón de sexo, que obliga al empresario a pagar la prestación por un trabajo sin que pueda existir «discriminación alguna por razón de sexo en ninguno de los elementos o condiciones».
La ley orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que pretende la igualdad real en las empresas, estableciendo modelos de selección paritarios y otras medidas para garantizar la no discriminación de las mujeres en el ámbito profesional.
Por lo tanto, cabe preguntarnos si es realmente necesaria otra legislación específica para regular la brecha salarial. En opinión de Azucena Corral, abogada laboralista y experta en Recursos Humanos, «no debería serlo, pero lo es». Según su experiencia, se trata de una cuestión en la que hay una gran diferencia entre lo que dice la ley y la práctica real.
«El marco legal actual dice que a una mujer no se le puede pagar menos que a un hombre por el simple hecho de serlo, pero no tiene mecanismos para garantizarlo. Y demostrar en un tribunal que un sueldo es inferior a otro por una discriminación de género es dificilísimo. Una legislación específica podría obligar a las empresas a publicar datos sobre la brecha salarial, lo cual, aunque solo fuera por imagen de la empresa y responsabilidad social corporativa, sería ya una gran ayuda».
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