El próximo 24 de febrero se estrena en España la comedia Es por tu bien. Por si alguien ha conseguido abstraerse de toda la publicidad que se le está haciendo a esta producción made in Spain, el argumento es el siguiente: tres cuñados con hijas adolescentes conspiran para acabar con las relaciones que ellas acaban de empezar. Ayer mismo, los tres protagonistas de la película (José Coronado, Roberto Álamo y Javier Cámara) aparecían en el programa de Bertín Osborne (Mi casa es la tuya) para hablar sobre el proyecto. Y la pregunta que nos surge a raíz de todo esto es: ¿asumimos como normal, y gracioso, que tres hombres decidan sobre la situación sentimental de tres mujeres?
Sí, lo sé. Conozco los argumentos de quienes defenderían la película. El primero, que es ficción. El segundo, que no son «tres hombres» decidiendo sobre «tres mujeres», sino «tres padres» decidiendo sobre «sus hijas». El tercero, el más fácil, que vaya exageración indignarse por esto.
El tópico del padre preocupado por el novio de su hija
Es ficción, sí. Y no es el momento para iniciar un debate sobre si la ficción debe ser didáctica o ejemplarizante. Pero hay cosas que, como espectadores, aceptamos. Y cosas que no. Afortunadamente, en España, en 2017, la mayoría de la sociedad no acepta como gracioso o divertido un producto de ocio con un trasfondo abiertamente sexista. No nos reiríamos con una supuesta comedia sobre cómo un hombre le prohíbe trabajar a su mujer o sobre un maltrato psicológico o sobre cualquiera de esos micromachismos que cada vez más personas se atreve a denunciar alto y claro. La pregunta es: ¿vemos este caso bajo el mismo prisma?
No es la primera vez que el asunto «padre preocupado porque no le gusta el novio de su hija» se convierte en argumento de humor. Acaba de pasar con ¿Por qué él?, la comedia de James Franco recién estrenada, cuyo argumento es casi idéntico al de Es por tu bien. Y, antes, en comedias que todos hemos visto, como Los padres de ella o El padre de la novia.
En cualquiera de estos casos, ¿son hombres decidiendo sobre la vida privada de mujeres o son padres decidiendo sobre la vida privada de sus hijas? ¿La ética es diferente en uno y otro caso? Puede que sí, puede que no. La protección (incluso la sobreprotección) de un progenitor hacia sus descendientes es algo comprensible. Natural. En según qué casos, probablemente positivo. La clave es que aquí no hablamos de «progenitores» y «descendientes», en neutro. Hablamos siempre de padres e hijas. Las madres poco parecen tener que decir en esto.
Cuando la realidad supera a la ficción
Anoche, en el programa de Bertín Osborne, los tres protagonistas hablaron un poco sobre el argumento de la película. Tres adolescentes y tres padres preocupados por los novios que se han echado. Niñas buenas, dulces, enamoradas de ninis, perroflautas u hombres 25 años mayores que ellas. A falta de poder ver la película para juzgarla, nos quedamos con lo que vimos ayer en horario de máxima audiencia en Telecinco: cuatro hombres reunidos en una cocina, hablando de la ficción que representa la película, pero también de la realidad de las relaciones entre padres e hijas.
Asistimos a una conversación un poco de taberna, salpicada de tópicos como el que representa el propio título de la película. Ese es el primero: «es por tu bien». Boicotear las relaciones de tres mujeres adultas (queremos creer que hablamos de mayores de edad, porque, en caso contrario, ya estaríamos tocando palabras mayores, muy poco susceptibles de hacer humor con ellas), mediante tretas torticeras y llevadas al extremo en busca de la carcajada... es algo que se hace por su bien. Porque ellas no saben lo que les conviene.
El siguiente tópico es ese de «Los que hemos sido golfos nos las sabemos todas». Con Bertín Osborne y José Coronado en pantalla era difícil que no saliera. No sé en qué escala del machismo se sitúa que dos hombres presumiendo de tener un pasado sexual y amoroso convulso coarten cualquier posibilidad de sus hijas de iniciar una relación. Que lo juzgue cada cual.
En un determinado momento, entraron en plano las dos hijas mayores del presentador y se comentó el caso de la relación de una de ellas, cuando su padre vio que el novio en cuestión no era de fiar y contrató a un detective para que lo siguiera. Sin preguntarle a ella. Sin hablar con ella. La propia hija contó que, cuando al fin Bertín confesó, los dos acabaron comentándolo entre risas. «Es una maravilla que un padre haga algo así contigo», dijo la hija. «Me salió la vena Al Capone [...]. A este tío yo lo mato», dijo Bertín. «Yo habría hecho lo mismo», dijo Coronado. Violencia encubierta (o no demasiado) en el contexto de relaciones de pareja. No suena demasiado esperanzador, ¿verdad?
[La secuencia completa se puede ver aquí]
Los tres actores, el presentador y sus dos hijas dedicaron un tiempo del programa a comentar esas relaciones padres-hijas-novios, a base de anécdotas más o menos graciosas. En un momento determinado, José Coronado se convirtió en blanco de las preguntas por ser padre de una hija de 14 años. Que ahora venía lo malo. Que pasaría de idolatrar a su padre a buscar novio. Que si ya lo tenía. Porque a estos padres les preocupa mucho que sus hijas tengan novio, pero también les preocupa que no lo tengan. El propio Bertín lo dejó claro cuando su hija menor dijo que nunca le había presentado a un novio por miedo a su reacción y él confesó que pensaba que algo raro le tenía que pasar para no haber tenido nunca pareja. Qué difícil es ser hija con esta mentalidad, ¿no? Tener novio es malo y no tenerlo, también.
Me preguntaba antes si todo este debate es un asunto de padres (en masculino) e hijas (en femenino), o simplemente una cuestión de proteccionismo entre progenitores y descendientes. Por si no había quedado claro con la absoluta ausencia de las madres en la conversación, podemos añadir el siguiente dato: José Coronado tiene una hija de 14 años, sí. Pero es que también tiene un hijo de 29, Nicolás Coronado, quien, además, al contrario que su hermana, es un actor conocido. No se le mencionó en ningún momento del programa. Nadie preguntó cómo había vivido su padre su entrada en la adolescencia, su primera relación, nadie preguntó si había tenido alguna novia poco de fiar, nadie parece haber hecho nada por su bien.
Puede que tildar de machista el argumento de esta película y el tópico del proteccionismo de los padres sobre las relaciones amorosas de sus hijas sea exagerado, pero algunos creemos que educar a unas hijas, en un momento tan delicado como la adolescencia, en la creencia de que un hombre tiene derecho a decidir sobre sus cuerpos, su sexualidad o sus relaciones sienta un peligroso precedente en el desarrollo futuro de los roles de género de esas mujeres.
Imágenes | Es por tu bien, Telecinco, Gtresonline.
En Trendencias | Los padres feministas que nos gustan no eligen a nuestros novios. Se ponen esta camiseta.
Ver 3 comentarios