Como ya te contamos hace unas semanas, es la Reina Isabel II quien corre con una gran parte de los gastos de la boda del año y, por supuesto, eso le da derecho a imponer una serie de normas, principalmente de protocolo (¡hay que ver lo que le gusta la etiqueta a la monarquía británica!). Y una nos ha llamado muchísimo la atención, pues que se trata de una gran y enorme pega: algo que no piensa permitir en la boda de ninguna de las maneras.
Estamos hablando de los drones. La Reina Isabel II ha prohibido terminantemente que ningún dron sobrevuele el área del castillo de Windsor durante la ceremonia, para garantizar la privacidad, pero también la seguridad de los asistentes.
Por eso ha pedido al departamento de policía de la zona que establezca unas restricciones de vuelo para el día y así evitar el miedo a que se hagan grabaciones sin permiso desde drones.
No es la primera vez que los drones han sido prohibidos en un evento de estas características. Algo parecido ocurrió ya en la boda de Kate Middleton con el Príncipe William en el año 2015 y se trata de una restricción que se repite en Sandringham cada año, desde el 1 de diciembre hasta el 1 de marzo, cuando ella acoge a su familia más cercana.
Fotos| Gtres
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