No cabe duda que es el año de Ralph Lauren, premiado y reconocido por su gremio, libro celebración de su cuarenta aniversario, exclusividad en Wimbledon, una gran fiesta para celebrarlo por todo lo alto y una magnífica colección.
Tanto que Donna Karan bromeo sobre la cuestión diciendo que después de todo ello, mejor ella no tenía un desfile. La colección abrió en blanco y negro haciendo honor al momento con un aire de My Fair Lady, pero obviamente sin Paloma San Basilio, con el bajo de olanes, un gran sombrero y un largo cigarro en la mano.
Hubo un gran eco de todas las influencias que ha manejado el diseñador a lo largo de su carrera en la colección, desde sus típicos trajes de corte masculino, sus diseños hípicos, naúticos y deportivos, y su gran amor por la estilística inglesa.
Vestidos de época, institutrices inglesas, caballeros y hasta Charles Chaplin tuvieron lugar en un desfile maravilloso donde la delgada línea entre femeinidad y masculinidad se fusionaba en perfecta armonia. Ralph Laurent comentó acerca de sus diseños: He dibujado todo lo que siempre he amado y aquí está.
Las flores fueron una parte central de la colección, sobretodo en vaporosos y etéreos diseños de organza, shantug de seda y georgette. Muchos vuelos ya sea en mangas o ruedos, cinturas ceñidas con una caída natural de la tela.
Dentro de la gama de colores predominó el blanco y el negro, sin embargo el punto de color lo dió el fucsia y el amarillo que em combinación con negro fueron llamativos y geniales. Además de repente apareción un modelo en seda brillante de color morado que sin duda será una de las opciones para las próximas galas.
No cabe duda que cuarenta años sobre las pasarelas se dicen fácil, pero sólo el genio de grandes hombres como Ralph Lauren los sostienen.
Vía | Style.com En Trendencias | Ralph Lauren celebra sus 40 años con un libro retrospectivo