Cuando era pequeña pasaba parte del verano en el pueblo de mi padre en Ciudad Real. Mi tía hacía unas ollas enormes de berenjenas encurtidas, unas gigantescas tortillas de patatas y preparaba conservas de uno de mis platos favoritos del mundo: el asadillo manchego.
El asadillo manchego no es otra cosa que unos pimientos con tomates asados, aliñados con ajo y comino. Pueden servirse calientes, templados o fríos y son una guarnición ideal para pescados al horno, carnes de todo tipo (prueba a ponerlos como acompañamiento en una barbacoa), y hasta como plato único si le añadimos un huevo cocido o un poco de bonito en aceite.
Podemos aprovechar para preparar más cantidad y hacer como mi tía, conservarlo en botes, aunque en la receta te damos las cantidades para que no sobre en una comida de cuatro. Si los envasamos al vacío podremos conservarlos más tiempo en la despensa y usarlos en cualquier momento.
Lo más complicado de esta receta en realidad no es complejo, sino tedioso. Limpiar y pelar los pimientos asados es algo más laborioso, pero sencillo si seguimos los trucos de asar de los compañeros de DAP: elegir bien el pimiento, dejarle sudar y tener algo de paciencia. Y ahora vamos a explicarte cómo se hace esta receta de ensalada de pimientos asados o asadillo manchego que se quedará contigo todo el año.
Lo primero de todo será asar los pimientos en el horno con un chorro de aceite de oliva y el tomate durante 40 minutos a 190ºC, dándoles la vuelta cuando lleven 20 minutos. Una vez asados, pelamos los pimientos siguiendo los consejos de DAP que te recordamos aquí, y conservamos el jugo de la cocción que han soltado, que nos servirá para preparar el aliño.
Cortamos en tiras los pimientos (podemos hacerlo con la mano), y lo reservamos en un bol. El tomate, que habremos pelado y quitado las pepitas, lo machacamos en un mortero (yo lo hago en uno de piedra como este, que no se quedan con olores de nada) y mezclamos con los pimientos.
WORLD OF FLAVORS Tazón, Gris
Es el momento de hacer el aliño. En el mismo mortero, majamos un diente de ajo, unos granos de comino, sal y echamos aceite de oliva y un chorro de vinagre. Cuando empieces a moverlo, añade el líquido de la cocción para que emulsione. Cuando tengas el aliño, mézclalo con los pimientos.
Puedes guardarlo en un táper hermético de cristal en la nevera hasta que lo uses, o tomarlo tibio. Y ya que estamos, una guarnición extra para tus platos, que además es original y natural de Jaén, la pipirrana. Como puedes ver en el vídeo, es imposible que sea más sencilla de preparar.
Hermético de vidrio El Corte Inglés
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