Los plátanos no solo tiene un montón de propiedades, beneficios y usos en la cocina, sino que además nos encantan. Bien es cierto que posee una gran proporción de hidratos y almidón respecto a otros ejemplares, pero también tiene un alto contenido acuoso, rico en fibra y sin muchas calorías a diferencia de lo que muchos pensamos.
Pero es que no solo eso, es que además es uno de los alimentos con más potasio que podemos encontrar, además de estar cargado de vitaminas del complejo B, magnesio, vitamina A y carotenos, siendo por ello un alimento muy apropiado para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular, lo que lo convierte en un aliado de los deportistas, como nos comentan nuestros compañeros de Vitónica.
Además, son muchas las aplicaciones que le podemos dar en la cocina además de comerlos así tal cual, en muchísimas recetas como el clásico banana bread, muffins, tortitas, galletas, helado, batidos, la famosa leche de plátano coreana... y mucho más. Sin embargo, la cosa no acaba ahí porque podemos aprochevar hasta su piel.
Puede que ahora os sintáis un poco escépticos con estas afirmaciones, pero es cierto, la piel también tiene su uso y está cargada de nutrientes como antioxidantes, hierro, vitamina A, vitamina B. De hecho, su composición rica en fibra soluble e insoluble colabora a una digestión lenta para una sensación de saciedad por más tiempo, como también ayuda a reducir el colesterol.
Eso s´í, aunque dicho así puede ser muy atractivo, todavía no vemos cómo podríamos consumir la piel, porque así tal cual no es algo demasiado atractivo.
Por ello, nada como acudir a los expertos de Directo al Paladar que nos dan algunas ideas de cómo sumar la piel de plátano a nuestros menús y una de esas maneras es como si se tratara de carne al uso, vamos como si fuera pulled pork.
De esta manera, nos proponen que las dejemos madurar bien para luego retirar las fibras sobrantes, raspar la piel para lograr tiras y tras sazonarla con variadas especias como pimentón dulce o ahumado, pimienta, sal, mostaza en polvo y ajo, la cocinamos en una sartén con aceite vegetal y unas cucharadas de agua para dorar e integrar sabores unos 10 minutos aproximadamente.
Nos comentan que puede ser un un sustituto de carne, ideal para las dietas veganas y podríamos hacerlo pasar por el beicon con unos pancakes al estilo americano o complementando el banana bread hirviendo trozos que uniremos a la masa licuándolo todo.
Vamos, que como receta de aprovechamiento no tiene desperdicio alguno, además de sumar mucho sabor y un montón de nutrientes a nuestros platos.
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