El orden en el que aliñas una ensalada importa y marca la diferencia en el sabor: así recomienda Karlos Arguiñano hacerlo

A la hora de echarle el vinagre, el aceite y la sal a una ensalada, el orden de los factores sí altera el producto

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En verano aumenta considerablemente el número de ensaladas que consumimos en nuestro día a día y, en casi todas, acabamos utilizando un aliño que tenga como base: aceite, vinagre y sal. Hasta aquí, todo bien. Lo que pasa es que aliñar una ensalada no es como la propiedad conmutativa que nos enseñaron en el colegio, donde el orden de los factores no altera el producto. Aquí el orden importa y mucho.

Aunque existen muchas alternativas para darle sabrosura a nuestras ensaladas, como pueden ser las vinagretas. Con la santísima trinidad de  ingredientes tan sencillos, anteriormente mencionados, podemos aliñar muy decentemente prácticamente cualquier plato. Eso sí, debemos tener algo de mimo a la hora de mezclarlos, y sobre todo, a la hora de entender cuando hacerlo.

Esto es algo que el popular cocinero Karlos Arguiñano ya tenía muy claro en el libro 'Las recetas de toda la vida', donde presentaba más de 200 preparaciones distintas de cocina muy tradicional y clásica. Cuando le toca el turno a una ensalada de bonito y tomate en sus páginas, Karlos Arguiñano recuerda ese dicho popular que dice que, para aliñar una ensalada, es necesario alguien prudente con la sal, alguien generoso con el aceite y alguien tacaño con el vinagre.

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Aunque eso, evidente, va en gustos, lo que bajo ningún concepto puede ir en gustos es el orden en el que añadimos el aderezo, salvo que queramos cargarnos la ensalada. Lo que Arguiñano explica en su receta sencilla de ensalada mixta es que lo primero que debemos hacer es añadir la sal, luego el vinagre y por último el aceite. Con esto conseguiremos que la sal y el vinagre se adhieran a los ingredientes dándoles un poquito más de sabor. Luego, el aceite termina de rematar el plato.

Por el contrario, si añadimos primero el aceite y luego el resto de ingredientes de la vinagreta, ninguno de los productos que echemos en la ensalada se van a empapar de la sal o el vinagre porque van a resbalar en el aceite, convirtiendo la ensalada en una balsa.

Foto de portada | Adam Bartoszewicz

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