Uno de los mejores planes de domingo que se puede hacer en invierno es ir de excursión a la sierra y darse un buen homenaje gastronómico tras una sesión de senderismo. Si estás en Madrid o alrededores, la Sierra de Guadarrama es una excelente opción para ello. Sobre todo, si aún no conoces Rascafría, el pueblo en el que mejor se come de toda la cordillera norte de Madrid.
Asentado en el hermoso Valle del Lozoya, a unos 100 kilómetros al norte de Madrid y a unos 1100 metros de altitud, se encuentra una de las joyas naturales de la capital. Como ya apuntábamos, hablamos de Rascafría: un pequeño pueblo de la Sierra de Guadarrama que destaca por la belleza de un monumento ubicado en mitad de un paraje ecológico de gran belleza.
Se trata del impresionante monasterio de Santa María del Paular, cuyas obras finalizaron en el siglo XV tras una larg construcción. De este modo, tenemos una iglesia en la que conviven estilo distintos, con una portada que es un bello ejemplo de gótico flamígero y un claustro de estilo gótico mudéjar.
A pesar de acumular siglos de historia, este monasterio sigue estando habitado y los monjes todavía elaboran y venden algunos de los productos que dan fama a la zona, tales como licores, quesos o miel. Y es que, como decíamos, la gastronomía es también un buen reclamo para acercarse a este municipio.
Las setas que se recogen en la Sierra Norte, los productos de la matanza, la carne de caza y las legumbres son los protagonistas de multitud de comidas autóctonas. De hecho, en otoño, durante los meses de octubre y noviembre, se celebran las Jornadas Gastronómicas de Setas, Caza y Vino. Una feria en la que, además de exquisitos hongos y carne de caza, se pueden degustar algunos de los mejores vinos de Madrid.
Los potajes de judías sanabresas, el cordero o el cochinillo asado son algunos de los platos más pedidos en lso restaurantes de Rascafría. Aunque, por su proximidad con Castilla y León, también se puede degustar un auténtico cocido montañés o unas patatas revolconas con torreznos. Así como cordero lechal y cochinillo.
Estos platos tan castizos contrastan, por otro lado, con un paraje como es el bosque finlandés de Rascafría. Y es que, en los años 80, este pueblo de Madrid se hermanó con Helsinki. Un acontecimiento que dio lugar a la creación de un paraje artificial, muy lejano a lo autóctono, donde predominan abetos, tejos, chopos, abedules, acebos y otras especies propias de los bosques escandinavos. Desde luego, no hay otro sitio igual.
Foto de portada | Tuscasasrurales
En Trendencias | Los 22 restaurantes de moda de Madrid más bonitos y en los que se come de lujo
En Trendencias | Pan de verdad: 18 panaderías artesanales de Madrid donde comprarlo
En Trendencias | Los 29 mejores libros de 2025, recomendaciones y novedades que enganchan este año
Entrar y enviar un comentario