Estas bombas crujientes de carne picada hechas en el horno son un aperitivo estupendo que gusta a todo el mundo. Además, basta con una o dos deliciosas bolitas para quedar satisfechos, ya que, bajo el bacon cubierto de salsa barbacoa, esconden una capa de cebolla, carne picada y un taquito de queso cheddar. Se comen en dos bocados y son siempre una sorpresa muy agradable, en especial para quienes no las han probado nunca. Por no hablar de que hacerlas es una tarea muy entretenida.
En primer lugar, preparamos la carne picada sazonándola al gusto con sal y pimienta, hierbas aromáticas y las especias que más nos gusten. Después, dejamos reposar unos minutos y formamos bolas como si fueran albóndigas.
Cortamos el queso cheddar en taquitos pequeños y escondemos un taco dentro de cada albóndiga de carne. Cortamos las cebollas por la mitad y vamos sacando las capas de forma que obtengamos una especie de caparazón con el que envolver cada albóndiga de carne picada rellena de queso.
Envolvemos cada bomba rellena de carne picada con dos lonchas de bacon y las colocamos en una fuente apta para hornear. Barnizamos con salsa barbacoa y las horneamos a 200ºC durante 15 minutos, dando la vuelta a las esferas cada cinco minutos para que se hagan de forma homogénea.
Las bombas crujientes de carne picada se sirven con unos tomates cortados en gajos, para refrescar. Teniendo en cuenta que es un plato de aperitivo, calculamos una o dos bombas por persona.
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