Este San Jacobo o cachopo de calabacín es una peculiar alternativa a la famosa receta de filete empanado. En ella se sustituye la carne por láminas de esta hortaliza, manteniendo el clásico relleno de jamón serrano y queso y, después, aplicando el empanado como en la receta tradicional de toda la vida. El popular plato asturiano se hace con filetes de ternera, o también está el clásico Cordon Bleu que se elabora con filetes de cerdo o de pollo. No obstante, la opción vegetariana queda igual de deliciosa, siendo una estupenda alternativa cuando nos apetece más comer productos de la huerta que carne.
Para empezar, necesitamos una buena mandolina o un cuchillo bien afilado para cortar el calabacín en láminas de unos dos milímetros de grosor. Después, cortamos las láminas por la mitad para que puedan formar las dos capas exteriores de nuestro san Jacobo.
Salpimentamos ligeramente y cubrimos las láminas de calabacín con lonchas de jamón. Después, cubrimos con queso crema de sándwich (porque se funde muy bien). Volvemos a cubrir con la otra lámina de calabacín y repetimos esta operación hasta terminar con los calabacines.
Empanamos cada San Jacobo pasándolo primero por huevo batido y después por pan rallado. Dejamos reposar mientras se asienta el rebozado y ponemos a calentar una sartén con abundante aceite de oliva.
Por último, freímos los san Jacobos de calabacín durante dos o tres minutos por cada lado hasta que el exterior queda dorado y los escurrimos después en papel absorbente. Finalmente, llevamos a la mesa acompañándolos de la guarnición que más nos apetezca.
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